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El presidente de la Asociación de Usuarios y Consumidores del Paraguay (Asucop), Juan Vera, manifestó ayer que la gente se siente indignada e impotente, porque tanto el sector público como el privado no bajan los precios al público de los carburantes, cuando el mundo se sorprende por el hundimiento de su cotización.
“Queremos que se sinceren los precios de los combustibles a los mismos niveles que los del año 2003, cuando el petróleo y el dólar, que son las principales variables que inciden en el precio local, se comportaban en valores similares a los que se observan hoy”, explicó.
“El precio de los combustibles debe bajar, de cualquier forma, debe reducirse”, insistió. Destacó que “no es posible comprender que si el crudo se hunde a su nivel mínimo de hace 12 años, cómo ello no se traduce en los precios finales de los carburantes”.
Siguió diciendo que si bajan las cotizaciones de los derivados de petróleo, también deberían descender en consecuencia los precios de los alimentos, ya que los combustibles mueven toda nuestra economía.
Preguntado cómo observa el malestar de la gente por el tema de los combustibles, respondió que la indignación se visualiza masivamente en las redes sociales. “En las redes es la manera de movilizarse la gente en Paraguay; mientras en Argentina lo hacen con ollas y escobas, aquí con el teclado, y se da de manera efectiva y muy contagiante, porque es masivo e inmediato. No se necesita convocatoria, porque la gente se autoconvoca”, refirió el dirigente de Asucop.
Deben bajar a niveles de 2003
Hace doce años, cuando se registró la misma cotización del crudo que ahora, inferior a los US$ 27 el barril, el tipo de cambio cotizaba a G. 5.960 en promedio, mientras que ayer el dólar cerró a G. 5.970, y con un índice inflacionario controlado en dicho lapso. A ello debe sumarse que los valores impositivos del año 2003 con los actuales eran igualmente similares, tanto en naftas como en gasoil.
Aunque el Gobierno dice que analiza una próxima rebaja de los precios, la gente refiere que no cree que vayan a caer a los valores en que realmente deberían estar, como en el 2003, según explicó en otro momento Juan Vera.