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La Ley 6135 es la que aprueba la nota reversal N° 2 del 2017. Esta reconoce la deuda de la EBY con Argentina y asume la responsabilidad de pagar el 50% de un total que asciende a US$ 4.085 millones. Este saldo deuda carece de la documentación respaldatoria y nunca fue auditada por el Paraguay.
Además, el acuerdo incluye la financiación de una nueva central hidroeléctrica sobre el brazo Aña Cua del río Paraná, que costará a la EBY unos US$ 650 millones, y que beneficiaría, la menos hasta mediados del 2030 solo a la Argentina.
Para construir la obra se congela por una década el pago a Paraguay por territorio inundado.
El presidente Mario Abdo Benítez fue abordado esta semana por periodistas sobre las consecuencias de la aprobación de las notas reversales y respondió escuetamente “Eso vamos a analizar en su momento”. Nada más.
Durante su campaña, el ahora presidente había prometido romper el acuerdo Cartes-Macri, cuestionando la legalidad del mismo y por supuesto también de Aña Cua.
Una vez elegido, sus legisladores, en mayoría, apoyaron su aprobación en ambas cámaras. Es decir, sin el respaldo de las bancadas abdistas de la ANR, las notas reversales no hubiesen estado hoy aprobadas.