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El proyecto metrobús no solo es un mal recuerdo para la ciudadanía, que solamente tras la intervención de la actual administración del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) pudo recuperar la circulación por la ruta Mcal. Estigarribia, afectada por las obras, sino que además se ha convertido en un “clavo” para el Estado, dejado en este caso por la gestión ministerial de Ramón Jiménez Gaona.
La obra está parada e inconclusa, pero el MOPC todavía debe hallar una solución al fracasado proyecto, tanto a nivel vial como contractual. Promesas al respecto ya fueron hechas por el actual ministro Arnoldo Wiens, pero tres meses después de haber vencido el contrato respectivo la Procuraduría sigue estudiando posibles salidas jurídicas con respecto a los compromisos asumidos en su momento por el MOPC con la empresa Mota-Engil para la construcción del metrobús, según afirmó ayer el procurador general, Sergio Coscia.
“Mota-Engil en su oportunidad presentó un sinnúmero de reclamos en diversos conceptos, los cuales estamos estudiando detalladamente, ya que el Estado solo abonará las obras efectivamente realizadas por el contratista”, manifestó, en conversación con ABC Color.
Sobre cómo llegarían a tal objetivo, señaló: “Pretendemos entablar una negociación directa con los representantes de Mota-Engil, a los efectos de brindar una solución justa a las pretensiones de ambas partes, a fin de evitar desavenencias mayores que puedan desembocar en un arbitraje internacional y con ello proteger el patrimonio estatal”.
Según Coscia, la próxima semana se reunirán en el MOPC y se hará una presentación de oferta a Mota Engil. “Vamos a decirle: esto es lo que corresponde pagar y el resto no”, explicó.
Al ser consultado si eso implica pagar más de los US$ 21 millones que ya se embolsó la empresa portuguesa o recuperar parte de ese dinero que abonó en su momento la administración de Jiménez Garona, se limitó a decir que no puede responder eso sin tener la liquidación definitiva, que es el cálculo que se está analizando. “Tampoco me consta exactamente cuánto ya se pagó y contra qué. Es exactamente eso lo que se está contrarrestando con documentos”, subrayó.
Ruta se va deteriorando
Por otro lado, mientras el MOPC y la PGR resuelven los aspectos jurídicos, los usuarios de la ruta Mariscal Estigarribia transitan por una vía que si bien está habilitada, se va deteriorando, según corroboró ayer un equipo de ABC que visitó el sitio. En la zona de Fernando de la Mora y San Lorenzo, en donde Mota Engil solo terminó 800 metros de los 11 kilómetros correspondientes al tramo 2 y 3 del proyecto metrobús, la ruta sigue sufriendo las consecuencias de una obra mal ejecutada.
Al respecto, consultamos con Sixto Morínigo, de la Unidad Ejecutora del Proyecto del MOPC, quien señaló que se están realizando estudios de desagües pluviales y de modificación del sistema, que se tendrían en abril, según lo anunciado.
En el recorrido de ABC se observaron los daños que presenta la ruta Mcal. Estigarribia. Hay por ejemplo baches de gran tamaño de un lado de la ruta, que se van llenando de agua servida que va corroyendo el asfalto, que en consecuencia presenta ondulaciones y grietas.
Además, otro problema denunciado por los vecinos y automovilistas es la cantidad de registros sin tapas que están en medio de la ruta y representan un peligro para el tránsito. Los ciudadanos se ingenian para señalizarlos y evitar accidentes.
Un millonario proyecto
El Estado obtuvo préstamos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por US$ 125 millones para la construcción de un sistema de metrobús, que en dos años y medio no llegó ni la mitad de la obra. El MOPC adjudicó la construcción del sistema a la firma portuguesa Mota-Engil por G. 300.417 millones, que luego aumentó a G. 403.900 millones (unos US$ 71 millones al cambio actual), de los cuales se pagaron US$ 21 millones. La firma se retiró sin terminar el proyecto y con amenaza de demanda.