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El general Pozzo, quien tuvo a su cargo la primera exposición, explicó que los préstamos para la construcción de la usina fueron tomados por la multinacional, con mayoría accionaria del Estado brasileño, Eletrobrás, hecho que convirtió a esta compañía en la principal, “casi única”, acreedora de la entidad paraguayo-brasileña y, por ende, en la beneficiaria de los altos intereses que abonó durante décadas.
El aporte de Sachs
El investigador recordó la conclusión del prestigioso economista norteamericano Jeffrey Sachs, quien que en 2008 concluyó que la deuda de la binacional había sido suficientemente honrada, confirmando así lo que también había declarado la Comisión de Entes Binacionales Hidroeléctricos (CEBH), que hasta el 2012 fue asesora del Ministerio de Relaciones Exteriores en la materia.
Insistió en que los números de la deuda “fueron manipulados” para convertirla “en un gran negocio financiero de la empresa eléctrica del vecino país”.
Una de las pruebas de esta manipulación, según expuso, fue el “arreglo de Brasilia y São Paulo” de 1997, cuando la deuda, de US$ 16.225 millones, a pesar de que se abonaron las cuotas desde 1997 hasta 2007 por US$ 14.819,5 millones, el saldo, en vez de decrecer, aumentó a US$ 17.037 millones.
Agregó que en 1975, la Eletrobrás dio a Itaipú un crédito de US$ 3.566 millones, más otros dos en diciembre de 1997, para la conclusión de obras e instalación de las unidades 9A y 18A por un total de US$ 371.676.800. Por estas operaciones, en 2023 Itaipú deberá devolver a la Eletrobrás un total de US$ 45.631,5 millones”, explicó.
Resaltó que entre 1975 y 2023, durante 48 años, Itaipú depositará en la cuenta de Eletrobrás una media anual de US$ 950,6 millones, “que el director financiero ejecutivo, siempre brasileño, se encarga de cumplirla prioritariamente”.
A su turno, el ingeniero Germán Escauriza coincidió en que la deuda de Itaipú “está saldada”.
Explicó que el “arreglo de Brasilia y São Paulo de 1997”, que sumó al pasivo de la binacional US$ 4.194 millones, que se acumularon debido a tarifas irreales que cobró la binacional en beneficio del sector eléctrico del vecino país.
Escauriza indicó que consejeros y directores de Itaipú de entonces, con la complicidad de autoridades de la ANDE y Eletrobrás, vendieron potencia y la energía garantizada por dicha potencia por debajo del costo, violando el Tratado y el Anexo C, con lo cual, en lugar de pagarse la deuda, esta crecía hasta llegar a hoy “a una absurda cifra”.
Mencionó que, a pesar de todas las ilegalidades cometidas, está prevista para el 2023 la cancelación de la deuda de capital e intereses.
US$ 1.000 millones
Añadió que nuestro país, debe impulsar, en carácter de política de Estado, que la tarifa de Itaipú se mantenga constante, que permitirá que el Estado paraguayo, disponga de USS 1.000 millones anuales para fomentar su desarrollo económico y social. Los beneficios obtenibles de Itaipú son mucho mayores a los hasta hoy conseguidos.
“O maior salto do mundo”
“La Eletrobrás, que debiera hacer aportes y no préstamos usurarios –porque así lo consagra el artículo IX del Tratado de Itaipú–, mediante una mágica ingeniería financiera que fue avalada por autoridades paraguayas, logrará convertir para el 2023 los US$ 3.566 millones en US$ 45.631,5 millones”, advirtió el general Juan Antonio Pozzo.
Añadió el columnista de ABC Color que “una caterva de ladrones educados, tanto paraguayos como brasileños, son los que gozan de los beneficios de una usina que genera la mayor cantidad de hidroelectricidad en el mundo”, hecho que deja como secuela “a pueblos atrapados en la red de los criminales organizados”.