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Con esta leve reducción del 1,2% del nivel general de pobreza, el Gobierno deduce que se mantiene una tendencia decreciente durante los últimos ocho años, aunque en el periodo de estudio se evidenciaron debilidades en las políticas públicas hacia los más vulnerables, cuando un buen grupo de paraguayos que mejoraron sus ingresos en años anteriores cayeron nuevamente en la franja de los pobres extremos.
Según los datos, 1.530.000 paraguayos se encuentran en situación de pobreza, de los cuales 870.000 personas son del área rural y 659.000 en las ciudades. El informe considera como personas en situación de pobreza a aquellas que residen en hogares cuyos ingresos son inferiores al costo de una canasta básica de consumo.
Pobres extremos
Pese a la disminución de la pobreza total durante el 2014, el nivel de paraguayos en situación de pobreza extrema se situó en 10,5% de la población, registrando un aumento de 0,4 puntos porcentuales respecto al año anterior (10,1%).
La pobreza extrema abarca a aquellas personas que sobreviven al mes con menos de G. 308.568 para comprar alimentos. Es decir, viven con menos de G. 10.285 (US$ 2,1 por día).
Actualmente existen en nuestro país unos 710.000 paraguayos que viven en condiciones paupérrimas, en comparación con el 2013, cuando eran 677.000, según las cifras difundidas en la última Encuesta Permanente de Hogares 2014.
De esta totalidad de pobres extremos, en el área urbana se observa un leve descenso de 5,1 a 4,6% (de 202.000 a 187.000 habitantes). En tanto que en el área rural hubo un ligero aumento de casi dos puntos porcentuales; esto es, de 17,6% a 19,2% (de 475.000 a 523.000 personas), detalla el informe que presentó ayer la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (DGEEC).
Menor productividad
Según explicó el ministro de la STP, José Molinas, a pesar de los buenos resultados de la economía (4,4% en el 2014), que favorecieron a varios sectores de la población, el efecto derrame sobre la cadena más vulnerable tropezó con dificultades debido a la falta de sistemas mecanizados y tecnología para aumentar la productividad en el campo y causa de condiciones climáticas adversas (inundaciones) que arrasaron precarios cultivos agrícolas de la mandioca, sésamo, hecho al que se sumó el fracaso en la colocación de la chía por saturación del mercado.
Añadió que los factores determinantes en la medición de la pobreza son el crecimiento económico, precios de los alimentos y nivel de ingresos.
Añadió que el bajón de precios de los comodities fue un factor que incidió con fuerza sobre los ingresos de las familias rurales, no solo de Paraguay, sino en todos los demás países productores de alimentos. “De igual manera es un despropósito que uno de los mayores productores de alimentos tenga un 10% de su población sin capacidad para adquirir alimentos”, apuntó Molinas.
En cuanto a las políticas de ayuda estatal, explicó que la secretaría inició un proceso de identificación de los beneficiarios de esas ayudas con el fin de focalizar las transferencias a las familias que más necesitan. Pese a estos resultados negativos, el titular de la STP confía en que cerrarán este 2015 en la meta establecida: bajar la pobreza extrema al 9,4%.
Las políticas públicas de ayuda a los pobres extremos incluyeron transferencias y ayudas monetarias a unas 103.000 familias, construcción de 500 viviendas, ayuda técnica y mejoramiento de tecnología rural para unas 4.000 familias, agregó.
Aumentó la desigualdad
Según los datos que divulgó ayer el Gobierno, el ingreso per cápita de los más pobres se redujo 1%, mientras que para la población de mayores ingresos aumentó 14,6%, con lo cual se demuestra nuevamente el ensanchamiento de la brecha de desigualdad.