Cargando...
Hasta el momento, el Gobierno paraguayo no ha divulgado los detalles del memorándum de entendimiento que será suscripto por los presidentes de Argentina, Mauricio Macri, y de nuestro país, Horacio Cartes, este jueves 4 en la central hidroeléctrica Yacyretá.
Pese a las promesas de las autoridades nacionales de que iban a socializarlo antes de la firma, hasta ahora no se dio a conocer el contenido del documento ni los términos del arreglo económico y financiero.
Al respecto, el ingeniero Juan José Encina, secretario de la Asociación de Ingenieros del Sector Eléctrico Paraguayo (Aisep), señaló que a lo largo de la historia, los beneficios y resultados de Yacyretá fueron casi en su totalidad para Argentina, incluso ellos (los argentinos) mencionan que el “Paraguay puso solo el agua”. Sin embargo, el 95% de la energía producida en 20 años (de 1994 a 2014) fue consumida por Argentina con una tarifa ficticia, establecida según la Nota Reversal de 1992 (NR 92), rechazada por Paraguay.
Por lo tanto, la nueva tarifa de la EBY debería incluir la porción de la deuda conforme al uso de la energía de cada país, señaló Encina. “La tarifa no puede estar anclada por varios años, y menos a cambio de supuestas deudas o energía futura”, añadió el especialista.
Otro punto que debería contemplar el acuerdo es la libre disponibilidad de comercializar la energía no utilizada con otros países, y, en el caso de continuar cediéndola a Argentina, la tarifa de cesión no debe ser inferior a 30 US$/MWh.
Por otro lado, se debe medir el área inundada por la obra y aplicar el Tratado original de Yacyretá para determinar el importe por territorio inundado. “Se debe incluir el concepto de recargo por mora en caso de pago atrasado de los argentinos por el uso de la energía”, señaló Encina y agregó que en ningún caso debe obligar a proyectos futuros o condicionar a la realización de nuevas obras. Tampoco es aceptable condicionar a la reducción de funcionarios técnicos paraguayos.
En definitiva, se debería reclamar que el Paraguay reciba todos los beneficios conforme al Tratado original de Yacyretá y que fuera diferida por la nefasta NR 92, insistió el vicepresidente de la Aisep.
Por su parte, el ingeniero Germán Escauriza, destacó que lo primordial es que haya buena fe en el acuerdo que se firmará el 4 de mayo. “Cualquier acuerdo que firme el Presidente de la República del Paraguay que modifique la norma fundamental del derecho interno, la Constitución Nacional y el Tratado de Yacyretá debe ser sometido previamente a las autoridades del Poder Legislativo para su entrada en vigencia”, destacó. El especialista indicó que se debe evitar repetir los errores del pasado con la política de los hechos consumados.
“El acuerdo a ser firmado no debe entrar en vigencia hasta que el Poder Legislativo otorgue su conformidad. La entrada en vigencia provisoria es una forma de hacer trampas”, apuntó.
No se hizo el anuncio oficial
Pese a que la información ya trascendió la semana pasada, hasta el momento la Cancillería Nacional no comunicó oficialmente el encuentro presidencial entre los mandatarios a realizarse el jueves en Ayolas. El canciller Eladio Loizaga admitió que la reunión está prevista para esta semana, pero evitó brindar mayores datos sobre el acto a celebrarse.