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Absurdo y contradictorio es lo acontecido con el despilfarro de casi US$ 1 millón del erario (G. 4.122 millones) en Petropar, en concepto de premios o doble aguinaldo concedidos a la totalidad de sus funcionarios, incluyendo comisionados, sumariados e imputados por hechos de corrupción.
El titular del ente, Fleming Raúl Duarte Ramos, justificó la medida esgrimiendo que los premios fueron concedidos en base al contrato colectivo de trabajo, aunque jamás citó que el mismo condiciona expresamente el desembolso del premio, según las “condiciones financieras de la empresa”.
Actualmente Petropar pierde en el gasoíl alrededor de US$ 2,7 millones mensuales y adeuda a todos sus proveedores más de US$ 300 millones.
Duarte Ramos agregó que la medida fue adoptada por “varios logros de su administración” y citó como ejemplo “que ahorraron” G. 28.000 millones con la anulación de licitaciones y “rescisión de contratos referentes a proyectos de dudosa factibilidad económica para Petropar”, que en realidad fueron burdos negociados de la era Escobar, ampliamente denunciados por la prensa, como el caso de la obra fantasma en la planta de Petropar en Troche, para la electrificación del molino, que concedieron a la firma MGA Construcciones, de Michael Azuaga, lo que le arrojó una pérdida a la petrolera de G. 12.000 millones, así como la construcción de la planta de CO2, también en Troche, que fue adjudicada a tambor batiente, días antes del cambio de gobierno, por US$ 4,2 millones, a la empresa Engineering, de Juan A. Campos Cervera, que fue otro de los grandes negociados de la era Escobar, extitular de la estatal durante los gobiernos de Lugo y Franco. Estos casos tuvieron estado público no por denuncias de la actual administración, sino por publicaciones periodísticas. No obstante, “el nuevo rumbo” tomó el tema y lo denunció a la Fiscalía, en el caso de la obra fantasma para la electrificación del molino, pero contradictoriamente premió en diciembre último, con más de G. 45 millones por las tres asignaciones que otorgó al jefe de la UOC de la era Escobar, Carlos Esquivel, quien fue el encargado de todas las compras y licitaciones amañadas durante la administración anterior.
Otras paradojas con relación a los premios se dieron con los numerosos funcionarios sumariados, como el caso del actual jefe de recursos humanos de Troche y otrora incondicional de Escobar, Arsenio Méndez, quien tiene un sumario a cuestas y aún así recibió el doble aguinaldo, entre otros sumariados que tiene el ente y que también recibieron la gratificación.
El exgerente general de Petropar y varias veces imputado por lesión de confianza, Gerardo von Glasenapp, es también una muestra del despropósito de este beneficio indebido, quien recibió más de G. 40 millones, en diciembre último.
Los premios también alcanzaron a funcionarios que actualmente tienen problemas con la justicia y que incluso fueron enjuiciados y hasta estuvieron presos en Tacumbú, por un sonado caso de robo de combustible en cisternas en la era colorada de Alejandro Takahasi. Este es el caso de los funcionarios Miguel Rodríguez y Rodolfo Núñez, entre otros, quienes también recibieron el doble aguinaldo.
Las gratificaciones igualmente llegaron a los comisionados, ese es el caso de Sonia Cabrera, quien está en Aduanas, quien se embolsó más de G. 54 millones, así como Carlos Servín, hoy en el MIC, quien recibió casi G. 33 millones. Todo esto sin considerar los que están en el “freezer” sin funciones.