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La empresa estatal firmó el 12 de diciembre último la resolución de adjudicación del premio del gasoil a 0,71 cpg (centavo de dólar por galón) a las proveedoras Trafigura y Glencore, en el marco de un procedimiento normal, amparado en la Ley de Contrataciones Públicas. El volumen de esta compra fue de un mínimo de 60.000 m3 (60 millones de litros) y un máximo de 120.000 m3 (120 millones de litros) de la firma Glencore, mientras que de Trafigura contrató un mínimo de 40.000 m3 (40 millones de litros) y un máximo de 80.000 m3 (80 millones de litros).
Sin embargo, tres días después, el 15 de diciembre, y en medio de otro llamativo apuro sin ninguna necesidad, ya que acababan de comprar el mismo producto, gasoil, Petropar firmó contrato por adjudicación directa con la firma Lukoil Pan Américas LLC, por un premio de 1,5 cpg, lo que representa 111% más caro que el premio pactado por el mismo gasoil, apenas tres días antes. El volumen de esta compra fue de 41.901,614 metros cúbicos (41.901.614 litros).
Decreto para evadir licitación formal
Para esa última compra la importadora estatal utilizó el decreto N° 5520/16, “Que establece directrices para las contrataciones reguladas por la Ley N° 2051/03 de Contrataciones Públicas”, que concede la facultad de comprar a los entes públicos sorteando las formalidades de la ley solo “por razones técnicas o de precio”. Y la compra de gasoil no es una cuestión técnica sino comercial, y razones de precio tampoco hubo, porque pagaron más. Peligrosamente se malutiliza este resquicio legal a favor de la discrecionalidad del Gobierno de turno.
Apuro, pero para comprar más caro
Con esa última compra, con la diferencia obtenida en los premios, entre la compra del 12 de diciembre y la del 15 del mismo mes, se tiene una pérdida para la estatal de casi US$ 100.000, al adquirir en forma directa de Lukoil.
En esencia, las compras “a las apuradas” solo se justificarían en un verdadero caso de “emergencia” o realmente por “razones técnicas”, pero no en los casos concretados por Petropar.
En lo ocurrido en la estatal ninguna de las exigencias establecidas en el marco legal se cumplía, pero igual contrataron en forma directa. La pregunta que surge es ¿quién se quedó con la diferencia de US$ 100.000 de la compra de Lukoil?
Además, “ahorraron”
Por si todo fuera poco, contradictoriamente el departamento de prensa de Petropar remitió recientemente una gacetilla indicando que tuvieron “un ahorro importante en la compra” de Lukoil. Incluso se indicó que el ahorro fue de unos US$ 2.115.500 con relación al contrato vigente. Sin embargo, compararon el premio más caro de Lukoil con la licitación vigente, que data de julio de 2016, cuando el precio del gasoil era mucho menor y los premios muy diferentes, por tratarse de otra coyuntura de mercado.