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A las 09:00 de ayer debía realizarse el primer viaje del anunciado tren que unirá Encarnación con Posadas (Argentina). Sin embargo, la inauguración oficial, en la que se anunció la presencia del ministro de Interior y Transporte argentino, Florencio Randazzo, se frustró.
Consecuentemente, por segunda vez quedó suspendida la firma del acuerdo entre el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones de nuestro país y el Ministerio de Transporte de Argentina.
Marcelo Zbikoski, el empresario argentino cuya firma es responsable del servicio, expresó su malestar con Ferrocarriles del Paraguay SA (Fepasa) por la situación que se generó el viernes, cuando se presentó un abogado en representación de Fepasa y ordenó que pararan los trabajos y que técnicos y obreros se retiraran del predio que sería la estación en esta ciudad.
“Hoy (por ayer) se tenía previsto hacer el primer viaje con pasajeros luego de la firma del acuerdo, pero fuimos notificados que no se podrá transportar pasajeros, esto es un absurdo”, expresó Zbikoski.
Lamentó la situación y habló de inoperancia, miserias humanas y de egoísmos propios, en alusión a la actitud del titular de Fepasa, Roberto Salinas. Hace 45 días, hasta el presidente de la República, Horacio Cartes, pidió apoyo a los involucrados para llevar adelante la inauguración, afirmó.
“Medida absurda”
Por su parte, Salinas cargó la culpa al Poder Judicial y a la jueza de primera instancia en lo Civil y Comercial de Encarnación, Diana Scosceria de Sosa, “por dictar una medida de no innovar absurda, sin caución”.
Los problemas se deben a la existencia de una orden de no innovar en la terminal ferroviaria encarnacena, como consecuencia de un litigio entre Fepasa y la firma Custodia SA. Si bien ambas empresas cuentan con algunos bienes en el lugar, todos se encuentran guardados y protegidos.
El predio en cuestión ya pertenece en realidad a la EBY, pero el lío judicial, iniciado en junio pasado, se convierte ahora en una barrera infranqueable para el tren Encarnación-Posadas.