Nuevo repunte del Pilcomayo logra que el canal pueda captar las aguas

En la mañana de ayer comenzó a subir el caudal del Pilcomayo en el sector de la embocadura. El repunte del río permitió que el canal pueda captar nuevamente las aguas del Pilcomayo. La sedimentación es el gran problema del canal.

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Intensas lluvias en Bolivia tuvieron como resultado el aumento de caudal del Pilcomayo.

En la estación hidrometereológica de Misión La Paz (Argentina, frente a Pozo Hondo) el río superaba ayer los cinco metros de altura.

Para dar una idea de los extremos de nivel del río, en temporada baja llega a 30 centímetros de profundidad.

La riada actual llegó en la mañana de ayer a la embocadura del canal, tomando rumbo al interior de nuestro territorio.

Si bien la zona se encuentra en alerta naranja, ante la posibilidad de inundaciones, la actual crecida no se considera de riesgo para las poblaciones del Chaco paraguayo.

Contraste en el canal

En los últimos seis días las aguas del Pilcomayo no habían ingresado en el canal paraguayo.

La embocadura se encontraba cubierta completamente por el arenal que transporta el río.

Una de las fotografías que acompaña nuestra página refleja el nivel de colmatación del sector.

Este fenómeno se registra luego de cada crecida, de allí la necesidad de iniciar de inmediato los trabajos de limpieza a fin de captar la mayor cantidad de agua posible entre repunte y repunte.

Esto implica tener capacidad de reacción y sobre todo contar con maquinaria adecuada en la zona.

El domingo todo el sector era un inmenso arenal y el lunes las aguas ingresaron cambiando drásticamente la escena en el mismo lugar.

Los extremos de caudal, sumado a su capacidad de transporte de sedimentos, convierten al Pilcomayo en un río único, un verdadero desafío para la ciencia.

Necesidad de draga

El contrato actual con la empresa TyC obliga al funcionamiento de una draga para liberar de sedimentos la embocadura del canal.

La draga tiene una particular importancia: puede arroja los sedimentos a 150 metros del canal y evitar con eso que la arena vuelva a ser transportada por el río.

En cambio, el empleo de maquinaria vial solo obliga a la extracción de arena a 15 metros.

Esta distancia, 15 metros, es lo mismo que nada. Y con cada crecida esa situación se comprueba porque la arena cae en el canal y vuelve a colmatar.

La draga, con la tremenda ventaja de arrojar a 150 metros, sí se convierte en una alternativa para mantener operativo nuestro canal por mayor tiempo.

La limpieza de la embocadura es un problema fluvio-vial y como tal tiene que ser enfrentado.

roque@abc.com.py

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