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“Se trata de un caso muy grave, realmente no tenemos antecedentes de un robo de ganado de esa magnitud. Lo más preocupante es que demuestra la existencia de una gran organización criminal subterránea que opera en el sector con total impunidad, alentada por un sistema judicial permisivo”, expresó el secretario de coordinación de la ARP, Pedro Galli.
Explicó que los propietarios de la ganadera “Palomita” fueron avisados de que había “movimientos raros” en la propiedad referida. Posteriormente, a principios de este mes fueron comunicados de la “desaparición” de los encargados de la estancia, tras lo cual los dueños fueron a realizar un conteo de ganado.
Y al contrastar la existencia con los datos de la anterior vacunación realizada en agosto de 2016, se comprobó que de un número de 4.000 cabezas faltaban cerca de 1.800 ejemplares.
“Las investigaciones judiciales y policiales que siguen su curso podrán arrojar mayores datos porque podría ser que la desaparición de esa cantidad de ganado, que es muy grande, no haya sido solo del periodo de agosto del año pasado hasta el presente mes, y que ya en inmunizaciones anteriores hayan hecho pasar varias veces los mismos animales en el brete para cubrir el faltante”, comentó.
Destacó que el volumen de dinero que representa esta magnitud de robo, unos G. 4.565 millones, en manos de criminales tiene la capacidad de corromper controles ruteros, comercios, responsables de mataderos y funcionarios de frigoríficos, entre otros.
Añadió que al parecer los animales fueron movidos de la estancia sin documentación, porque el antecedente de robo importante, de unas 300 cabezas, que data de hace unos cuatro años, fue con falsificación de documentos en complicidad con funcionarios del Senacsa.
“No se explica cómo en este caso sin documentación habrían pasado puestos de control o llegado incluso a frigoríficos, porque muchos eran animales terminados, pero todo es suposición, y no sabemos en cuánto tiempo sucedió”, alegó.
Enfatizó que mientras el faenamiento de animales sin documentación sea libre en cualquier matadero del país, y la venta de carne al aire libre sea descontrolada, se tiene un sistema abierto para que cualquier bandido pueda operar con total impunidad.
“En mataderos municipales de ciudades como Santaní se puede faenar un bovino solo presentando la fotocopia de la boleta de marca, se pagan G. 50.000 por animal y ya se faena, sin preguntar nada”, lamentó.
También dijo que el abigeato es una plaga que, como la inseguridad, si no se toma en serio cada día irá empeorando. “El abigeato es una beta para los delincuentes que buscan siempre un rubro rentable en el que no caigan”, manifestó.
Sobre los mataderos Galli manifestó que “los establecimientos no habilitados por Senacsa no deberían existir, sin embargo, operan libremente”.
Administrador está prófugo
El reporte de nuestro corresponsal Sergio Escobar, desde Santaní, indica que la denuncia efectuada ante la fiscala Sandra Ledesma por el dueño del establecimiento, Antonio Plate, de la desaparición de las 1.800 cabezas se detectó el pasado jueves 9 del corriente, cuando se hacía el traslado de los animales para la vacunación contra la fiebre aftosa. Hasta el momento no hay detenidos ni pistas de los probables responsables del robo. Uno de los principales sospechosos es el propio administrador del inmueble, Ricardo López Mello, quien está prófugo y con orden de captura. Los otros denunciados son sus familiares.