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Inicialmente, Escobar negó que se haya concretado dicho pago sobrefacturado, que en realidad fue una vil estafa concretada en contubernio con los altos funcionarios de la estatal, para admitir la semana pasada en nuestro diario, “que perder US$ 700.000 no es nada”, porque supuestamente le está haciendo “ganar” US$ 60 millones a Petropar, aunque también reconoció en dicha ocasión que la estatal no está pagando su millonario pasivo. Así resulta muy fácil hablar de ganancias cuando se mantiene una feroz deuda, y resulta irracional hablar de “superávit”.
En junio de este año Escobar negó haber enviado a funcionarios del ente a manifestarse en la plaza frente al Congreso contra el juicio político a Lugo, cuando el mismo Fariña demostró por mensajes –certificado por escribanía– que el presidente de Petropar se comprometió y trasladó camiones con empleados del ente para apoyar la protesta a favor del exobispo.
No conocía a su yerno, pero lo nombró
Sergio Escobar negó también a principio de este año que haya contratado a su yerno, diciendo inclusive que ni siquiera lo conocía, cuando sin embargo ya le había nombrado en un cargo gerencial y como funcionario permanente. No hubo concurso de méritos como exige la ley para el acceso al cargo, sino la vinculación sentimental con la hija. Hoy, le comisionó al Ministerio de Industria y Comercio (MIC) y se mofa de la gente paseándose en un auto de lujo de procedencia alemana, que jamás hubiera comprado si no existía corrupción en Petropar. Incluso, sigue concurriendo a la estatal para cargar combustible, que recibe a precio preferencial.
Escobar refutó haber contratado a sus parientes, diciendo que en la entidad a su cargo no existía nepotismo. Luego terminó aceptando que trabajaban en el ente sus sobrinos, entre otros familiares, alardeando que sus parientes no son “burros” y que por ello trabajaban en la entidad, admitiendo públicamente la violación de la ley N° 2777/05, que prohíbe el nepotismo en la Función Pública.
En principio negó también las contrataciones sin concursos del hermano de su presunta amante, cuyo padre también trabaja en la alcoholera de Troche, para luego responder al respecto que “es soltero” y que podía hacer lo que quería, sin que se le cruzara siquiera por la mente que a nadie le interesa en lo más mínimo su vida privada, sino lo que hace del dinero público en sus asuntos particulares.
Rechazó además haber traído combustible cancerígenos, para reconocer más adelante “que sí importó productos fuera de especificación y que no lo pudo devolver”. Las mentiras tampoco funcionaron porque quedó demostrado que no se constituyó en un importación casual, sino que quedó demostrado con exámenes laboratoriales más ingresos de gasoíl basura, a lo que se sumaron también negociados con fueloíl altamente cancerígenos, fuera de las normativas vigentes, que fue adquirido para la Industria Nacional del Cemento (INC). También eludió haber incorporado a 148 funcionarios en Troche y en las oficinas centrales, según denunciamos a principio de este año con base en una resolución que el mismo firmó. Luego de sistemática oposición al respecto, terminó aceptando que dichos trabajadores entraron “para la zafra” en la alcoholera de Troche. Sin embargo, hasta ahora siguen en el cargo, y la zafra terminó a principios de noviembre y fue la peor de toda la historia de la planta alcoholera de Troche, cuando irónicamente se radicaron las mayores inversiones en la planta.
Todo apunta a que dichos funcionarios seguirán por una cuestión política para congraciarse con la gente hasta las elecciones de abril de 2013, en la que abiertamente trabajan a favor de la dupla Alegre-Filizzola.
Escobar siempre negó que haya contratado funcionarios en forma masiva y que “apenas” tienen 800 empleados en planilla, pero sin embargo para su pomposa fiesta de este fin de año solicitó presupuesto para 1.100 funcionarios.
Escobar sigue inflando la entidad, ya que a pesar de semejante cantidad de empleados contrató a un periodista en actividad, en Radio Ñandutí, Aníbal Emery, que según los datos ganaría G. 10.000.000 al igual que otros periodistas como Nelson Avezada, que en otro tiempo criticó la corrupción en Petropar, y el también periodista Gustavo García.
TROCHE, PLAGADA DE OBRAS INÚTILES
A seis meses de su inauguración, Petropar está llamando a licitación para la reparación y mantenimientos de la planta de compostaje (patio de fertilizante) en la alcoholera de Troche, sin explicarse por qué una procesadora que no produjo ni el 10% de su capacidad tenga que ser reparada y volver a desembolsar millonarias erogaciones que no tienen justificación.
Por esta planta la petrolera estatal “invirtió” US$ 6.200.000, entre otras obras, para llegar a producir menos de 1000 Ton. de abono orgánico, y en su discurso de inauguración Escobar habló de producir y proveer a cañicultores 12.000 Ton. de fertilizantes.