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Según se puede apreciar en el indicador elaborado por el Banco Central, el crecimiento del 44% de las ventas de automóviles se da luego de doce meses de rendimientos negativos, en un año en que la economía cayó 1,2%. Según analistas consultados, los agentes económicos se mostraron más cautos a la hora de adquirir bienes durables debido a la incertidumbre sobre el desempeño económico, por lo que bajó el nivel de ventas en las playas y representantes de autovehículos.
Sin embargo, en enero las ventas repuntaron, lo que puede ser interpretado como señal de confianza hacia el futuro de la economía y también ayudado por la caída en la cotización de la divisa estadounidense, situación que fue aprovechada por muchos consumidores para adquirir este tipo de bienes.
El dólar se depreció frente al guaraní alrededor de 200 puntos en enero, y cerca de 400 puntos en febrero pasado, a causa de una mayor oferta de dólares en el mercado, tocando un mínimo de G. 3.930 por dólar. En cuanto a las perspectivas económicas, se espera que el Producto Interno Bruto (PIB) crezca por encima del 11% este año. El estimador de negocios muestra una marcada mejora en los niveles de ventas también en rubros como artefactos eléctricos, materiales de construcción, productos farmacéticos, y supermercados
Liquidar stock
Según el economista Carlos A. Solalinde Medina, ciertos efectos de la caída del dólar son positivos ya que se abarataron los productos importados y con ello también mejoraron la competitividad de los mismos frente a los de producción nacional. Gracias a esto aumentaron sus ventas, sin embargo, agregó que el problema que se da con algunos de estos importadores es el stock acumulado luego de un 2012 recesivo, siendo que deben liquidar mercaderías adquiridas con un dólar 10% más caro del valor de la moneda norteamericana de lo que recibirán en este momento.
Un sector emblemático de esta categoría de importadores son los del rubro automotor, los cuales quedaron con un sobrestock de mercaderías que adquirieron el año pasado y necesitan venderlo lo antes posible sin poder modificar los precios finales en dólares, debido a la gran competencia que se da entre los representantes de otras marcas, que también se ven afectados por la misma situación y se encuentran ansiosos de liberarse del stock acumulado.
Es decir, un auto que está valuado en cualquier playa de la capital en US$ 10.000 al cambio de enero pasado equivalían a G. 43.500.000; con el cambio actual cuesta G. 41.700.000; lo que representa una pérdida de G. 1.800.000 por diferencia de cambio, en algunos casos la pérdida llegó incluso al 10% del valor. En reacción a la baja del dólar, y ante la competencia, la mayoría de las playas de autos y representantes automotores del país, empezaron a liquidar su stock, adecuando sus precios a la cotización más baja.
Por ello se explica que la importación de vehículos al primer trimestre de este año tuvo una caída del 22%.
El economista destacó finalmente que los consumidores paraguayos que en su mayoría tienen ingresos en moneda local, sin duda podrían ser los mayores beneficiados con la coyuntura actual en la medida que la competencia entre proveedores se traduzca en una disminución del precio de los mismos en guaraníes.