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En el Mercado 4, la Plaza de la Democracia y en la vía pública muchos se alimentaron contra la yeta. En el barrio San Jerónimo, un elenco teatral expulsó al exponente de la mala suerte. Con esta práctica, los comensales prefirieron prevenir ante que soportar la mala onda.
La superstición, las costumbres o simplemente el cumplimiento de la tradición siguen vigentes en nuestra cultura. Sus expresiones, algunas para el éxito y otras para ahuyentar la mala onda, cada año se renuevan por ser justamente creencias populares que no se abandonan.
Ayer, el maléfico Karai Octubre fue el blanco de las manifestaciones en contra. Su posible aparición no tomó desprevenidos a los capitalinos, que recurrieron a la fórmula más sencilla y placentera para expulsarlo: comer jopara contra la mala suerte.
Los mercados ofrecieron en abundancia el preparado a base de locro, poroto y verduras. Pero no solo esta receta había para comer. Para los acostumbrados a consumir carne, estaba la opción jopara con carne y para quienes querían un plato más fuerte, estaba la opción con patitas de cerdo.
En el Mercado 4 centenares de personas consumieron el preparado. Agustín Aparicio es un poblador de Capiatá, que comió un plato, como “mediamañana”. “Dicen que es contra la yeta, por eso todos los años como esta comida”, indicó.
En el principal mercado popular de Asunción se vendía el jopara a 12.000 guaraníes el plato.
En la Plaza de la Democracia también se pudo saborear el alimento. Aquí, el departamento Asunción Cultural y Turismo ofreció a 10.000 guaraníes cada plato. Mucha gente, de todos los estratos sociales, algunos incluso trajeados y encorbatados, se acercaron para, “por la dudas, prevenirse contra la mala onda”. A metros de allí, las vianderas también ofrecían el alimento en plena vía pública. Y muchos disfrutaron del plato “salvatore”, como dijeron algunos.
En el barrio San Jerónimo, no solo hubo jopara, sino también representación teatral. Un elenco de jóvenes y adultos mostró a los visitantes cómo se expulsa de la comunidad al temible Karai Octubre, que estaba siendo representado por un “joven desfachatado”, con una bolsa que contenía la mala suerte. Así, el primer día de octubre sirvió para actualizar la tradición y la superstición. Ante tantas manifestaciones en contra, el Karai Octubre no tuvo ayer otra alternativa que salir huyendo. Según algunos, “ombovu camisa lomo de Asunción”.