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De acuerdo con los documentos rescatados del “patrimonio documental” de la entidad binacional, gracias a oportunas filtraciones, la bola de nieve que aún rueda cuesta abajo, comenzó con el préstamo de 3.566 millones de dólares que Eletrobrás concedió a Itaipú, con una tasa de interés a la sazón del 10% anual más corrección monetaria “más otras tasas”, según el documento de referencia.
A la sombra del dictador
El material consultado igualmente consigna que “el contrato de financiamiento fue firmado en ceremonia en el Palacio de López en diciembre de 1975”, obviamente a la sombra de su ocupante de turno y principal responsable del Tratado de Itaipú, que se había firmado dos años y ocho meses antes: el dictador Alfredo Stroessner.
Agrega nuestra fuente de consultas que la financiación del proyecto se hizo “en su casi totalidad con recursos provenientes de préstamos”. Además, que “los préstamos para la implantación del emprendimiento fueron contratados con la Eletrobrás y con otras fuentes, brasileñas e internacionales”. Menciona, asimismo, que “los primeros desembolsos de los créditos fueron recibidos en 1974”.
El registro en cuestión apunta igualmente que al 31 diciembre de 2006, el saldo deudor de la entidad binacional era de 20.200 millones de dólares. Pese a que no menciona el “arreglo de São Paulo de 1997”, que sumó la deuda de espuria de US$ 4.194 millones, resultante de tarifas irreales que aplicó la binacional en beneficio de las empresas eléctricas brasileñas, otros informantes aseguran integran la suma abonada, así como la del saldo mencionado.
Obra del S. XX, costo del S. XXI
El saldo actual de la deuda de la entidad binacional, según informes brindados por el presidente de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE); Ing. Carlos Heisele, ronda hoy los 13.900 millones de dólares, o sea en siete años se redujo 6 millones trecientos mil dólares.
Otro documento, también de Itaipú, destaca que en el lapso comprendido entre 2008 y 2023, año en que, en teoría. la binacional cancelará su pasivo y, por ende, según el Art. VI del Anexo C, las Altas Partes Contratantes podrán revisar las cuestionadas imposiciones del documento, la entidad, sin contabilizar las suma abonada en 2007, sobre los US$ 30 millones 700.000 dólares ya remesados, aún deberá pagar 30.330.892.820,85 dólares.
En otras palabras, la obra del siglo XX terminará batiendo el récord de costos del siglo XXI, más de US$ 60.000 millones.
“Solo el agua”
En el pasado, con una recurrencia digna de la mejor causa, incluso aún en el presente, colonialistas y colonos nos atosigaban con la frase: “En Itaipú Brasil puso el dinero y Paraguay solo el agua”, una filosofía que inmediatamente después adoptaron y aplicaron los gobiernos argentinos de turno en Yacyretá. En rigor, en obras de la naturaleza de Itaipú y Yacyretá debería invertirse el orden de los factores, porque en este caso su ordenamiento altera el producto. La verdad es que en Itaipú y Yacyretá Paraguay puso el agua y Brasil y Argentina apenas el dinero. La lógica es simple: sin agua no hay energía.