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El proyecto se denomina Omega Green y es una iniciativa inédita en el Hemisferio Sur, que fue presentado ayer al Poder Ejecutivo. Será la primera usina de combustibles en esta parte del mundo que producirá diesel renovable (HVO, por sus siglas en inglés) y querosén renovable (Synthetic Paraffinic kerosene, SPK) para aviación civil y militar.
El complejo industrial (no se definió aún dónde estará asentado) podrá generar 400 empleos directos, 2.000 indirectos, 3.000 temporarios durante la construcción del complejo, y más de 10.000 familias de agricultores serán beneficiadas.
Battistella destacó que de concretarse la inversión tendrá un impacto positivo en la economía paraguaya, por la atracción de capitales internacionales, que podría sumar al PIB local más de US$ 8.000 millones a lo largo de una década.
La capacidad estimada de producción diaria será de hasta 16.500 barriles de diésel renovable y querosene renovable, principalmente para la exportación. La industria consumirá unos 2 millones de toneladas de soja por año, además de aceite de cocina reciclado e hidrógeno obtenido por medio de un proceso de electrólisis en el agua, y no por la reforma del gas natural. “Quedan 10 meses de trabajo y de concretarse, la usina estaría funcionando desde febrero de 2022”, anunció.