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La nueva normativa, que ahora queda a consideración del presidente de la República, Horacio Cartes, para su promulgación, modifica el artículo 255 y deroga el 256 de la Ley N° 213/1993, con lo que se modifican requisitos básicos para el reajuste del salario mínimo en el país, y todo indica que la aplicación de la misma se podría dar ya en los próximos días.
Hasta ahora, para el ajuste del sueldo mínimo debía acumularse por lo menos un 10% de inflación desde el último ajuste, que en este caso se remonta a marzo de 2014. Sin embargo, con los cambios introducidos ahora desde el Congreso, a propuesta del propio Poder ejecutivo, se libera ese porcentaje, y se establece una revisión anual, que en este caso se fija al mes de junio de cada año, sea cual fuere el nivel de inflación. Como hasta ahora, ese estudio seguirá corriendo a cuenta del Consejo de Salarios Mínimos, que es integrado por representantes del Estado, de los empleadores y de los trabajadores, y que debe elevar al Ejecutivo su dictamen respectivo.
Inminente ajuste
Como la nueva ley dispone también que “en casos de profunda alteración de las condiciones macroeconómicas y financieras” se podrá también reajustar el salario mínimo, no se descarta que eso ocurra este mismo mes o en diciembre. Al respecto, el diputado Mario Cáceres (ANR) admitió justamente ayer que con estas modificaciones ya están dadas las condiciones para ello.
Desde el último ajuste del salario mínimo (marzo de 2014) a la fecha se acumula una inflación del 7,2%, según datos del BCP.
A su vez, el ministro de Trabajo, Guillermo Sosa, ya había adelantado el martes último que si Diputados aprobaba el proyecto, la aplicación sería inmediata, y que correría un ajuste del 7,5% desde diciembre próximo.
En principio el incremento sería solo para los que ganan el mínimo y para aquellos que tienen atadas sus remuneraciones a la variación de este sueldo, como el caso de militares y policías en el ámbito estatal.
Los que están a favor del proyecto aprobado alegan que la previsibilidad del reajuste anual dará mayor tranquilidad a los trabajadores, pues mantendrá el poder adquisitivo del sector ante las subas de precios de productos de consumo básico que puedan acontecer. Según datos del Ministerio de Trabajo, el salario mínimo fue reajustado en diez ocasiones desde el año 2000.