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La propuesta de la reforma fiscal tiene un 85% de aceptación, según Hacienda, pero con la reunión fijada para esta semana con empresarios e integrantes de la Comisión Técnica Económica Tributaria (CTET), desean alcanzar el 100%. De concretarse, el proyecto de ley de reforma tributaria sería elevado al Poder Ejecutivo a fin de mes.
Al respecto, el viceministro de Economía, Humberto Colmán, dijo ayer que la ley es más que necesaria porque el país tiene una baja inversión en Salud y Educación. Promete que los resultados o efectos sociales de la reforma serán inmediatos, mientras que en lo que respecta a recaudación, se verán desde el 2021.
“Hoy, nueve de cada diez chicos no tienen las competencias básicas en matemáticas. Apenas uno de cada cinco paraguayos tiene cobertura de un seguro de salud y todavía tenemos tasa de mortalidad materna infantil alta. Si bien hay avances importantes, todavía invertimos poco”, dijo el viceministro, quien alega que “no hay una suba de impuestos ni tasas”.
Hoy, el 93% de los gastos corrientes cubren salarios, deudas y otros desembolsos administrativos. Al respeto, el viceministro respondió que entre los ejes a trabajar está la ejecución del gasto público y que uno de los puntos propuestos guarda relación con las compras hechas a través de la Dirección Nacional de Contrataciones, con la que buscarán “ahorrar” para administrar y optimizar mejor los fondos. Por ejemplo, plantearán unificar las compras de insumos para todas las instituciones del Estado. “Aquí se puede ahorrar 1% del PIB (unos US$ 460 millones)”, sostuvo.
Blindar los fondos
Acotó que la simplificación tributaria de la que habla el sector público contribuirá a la clase media, a las mipymes, al proceso de formalización y que la reforma fiscal será positiva ya que la propuesta es que “todo lo que se recaude de manera adicional vaya exclusivamente a educación y salud, a un fondo blindado y legalmente constituido para esos sectores”, apuntó.
Subrayó que el proyecto de ley trae una redacción que contempla que todo el recaudado de manera adicional no podrá ser utilizado para gastos administrativos. Actualmente, se destina al año el 4% del PIB a educación (unos US$ 1600 millones) y en salud US$ 900 millones, que representan muy poco para lo que el país precisa, dice Colmán. Añadió que si las medidas tributarias se aplican gradualmente, facilitarán la inversión en Salud y Educación, y que la única forma de garantizar que lo recaudado se invierte bien es que se blinden ciertos fondos de manera legal.