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SAN LORENZO (Antonia Delvalle C., corresponsal). El jefe de la División de Ganado Ovino y Caprino, del Departamento de Producción Animal de la FCV/ UNA, doctor Carlos Espínola, declaró que en julio de este año, tras volver del campo ferial de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), de Mariano Roque Alonso, una de las seis cabras de la institución que fueron expuestas en dicho lugar tuvo un aborto.
“Si bien el hecho podría deberse a otras enfermedades, el 28 de setiembre se hizo el sangrado de los animales y el 6 de octubre tres de las cabras dieron positivo a la enfermedad, mientras dos quedaron como sospechosas”, señaló.
Las mismas ya fueron sacrificadas el lunes pasado por profesionales del Servicio Nacional de Calidad y Salud Ambiental (Senacsa), junto a las otras 13, totalizando 16 de las 33 cabras que conformaban el hato de la Granja Experimental de la FCV-UNA.
El caso de aborto en las cabras fue admitido ayer por los profesionales del Senacsa, Dra. Ramona Dávalos, directora de Programas Sanitarios, y el Dr. Víctor Maldonado, director de Epidemiología, del Senacsa. Estos llegaron al predio de la FCV/ UNA para entrevistar a los responsables, en el marco de la intervención que realiza la institución de sanidad animal sobre este caso.
Gran malestar de los docentes y alumnos de Veterinaria se generó contra las autoridades de la institución porque, a pesar de la situación de alarma sanitaria, se siguieron desarrollando clases como si nada pasara.
Buscando deslindar responsabilidades, funcionarios integrantes de la División de Ganado Caprino de la FCV/ UNA, en una nota dirigida al profesor doctor Celso Rolón, aseguran que se enteraron del brote recién el 15 del presente mes, a través del comunicado público realizado por la decana, Dra. Azucena Cabrera.
Lamentaron que, a pesar de la confirmación del brote de una enfermedad transmisible a humanos, el martes 10 del corriente los estudiantes del quinto curso y el miércoles 11 estudiantes del cuarto curso hayan realizado normalmente las prácticas con las cabras enfermas. Por esa razón, ahora solicitan que la autoridades de las institución tomen las medidas pertinentes.
Por otra parte, el presidente del Senacsa, Dr. Hugo Idoyaga, el pasado lunes había señalado la importancia de tomar las medidas de mitigación de riesgos, que es total responsabilidad de la FCV-UNA, para preservar la certificación libre de brucelosis y tuberculosis que había otorgado el Senacsa en noviembre de 2016 y con vigencia de un año.
Al ser consultado al respecto, el jefe de la División de Ganado Caprino, Dr. Carlos Espínola, se excusó diciendo que solían echar cal en el acceso y salida de vehículos así como realizaban limpieza con hipoclorito de sodio (lavandina).
Sin embargo, el lunes constatamos que no había rastros de cal ni olor al desinfectante químico, pese a que desde el 6 estaba confirmado que 14 animales tenían la enfermedad y dos con sospecha.
Recién cerca del mediodía se empezó a rociar con cal el campo y también se hizo la desinfección de los vehículos que entraban y salían del predio, cuando ya Senacsa comunicó la intervención.
¿Qué es la brucelosis?
Según la Organización Mundial de Salud Animal (OIE), la brucelosis es una enfermedad contagiosa del ganado que tiene importantes consecuencias económicas. La causan diversas bacterias de la familia Brucella, afecta a los bovinos, porcinos, ovinos, caprinos, equinos, camélidos, perros, otros rumiantes, algunos mamíferos marinos y al ser humano. Es una zoonosis extremadamente infecciosa para el ser humano, causa una dolencia llamada fiebre ondulante o de Malta, descrita por primera vez en 1850. Puede causar esterilidad y abortos y transmisión al bebé.