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La autorización fue irregular, puesto que CPC nunca llegó a comercializar el servicio telefónico así como lo hicieron las otras cuatro operadoras adjudicadas con 25 y 30 megahertz del espectro electromagnético, para la explotación de sistemas de telefonía móvil (Tigo, Personal, Claro y Vox).
La citada firma fue adjudicada en 1997, bajo la presidencia de Juan Manuel Cano Fleitas, con una banda de 26 megahertz (MHz) para la explotación de un sistema de telefonía celular de cobertura nacional.
CPC no operó en el mercado de la telefonía móvil pese a que la Ley 642/95 de Telecomunicaciones y sus decretos reglamentarios lo establecen claramente.
Los decretos 14.135/96 y 10.022/00 señalan que “la solicitud de renovación se evalúa teniendo en cuenta si el titular de la concesión, licencia o autorización cumplió con las obligaciones derivadas del contrato de concesión o regulatorio de la ley, del reglamento y demás normas que resulten aplicables”. Precisamente, el Art. 101 de la Ley 642/1995 dice: “Para el otorgamiento de las renovaciones será necesaria la presentación de la documentación cumpliendo con los requisitos técnicos, económicos, jurídicos y los procedimientos estipulados por la Conatel.
En el caso de incumplimiento, las empresas serán pasibles de llamado de atención, apercibimiento, multa de 1.000 jornales mínimos, suspensión de la concesión, licencia o autorización; cancelación, sumario administrativo, etc., pero ninguno de los incisos fue aplicado por la Conatel en el caso de la operadora fantasma.
A dos años de la venta
A mediados del año pasado, CPC y Tigo pidieron a la Conatel permiso para fusionarse y la ampliación de la licencia de la telefonía celular. El ente regulador autorizó la fusión, pero denegó la renovación de la licencia por improcedente.
Apenas pagó US$ 91.000
No se sabe cuánto abonó a la Conatel la supuesta operadora telefónica en 1997 por la licencia de telefonía celular PCS (Servicio de Comunicaciones Personales, sigla en inglés). En la resolución 117 solo figura la cesión de una banda de 26 megahertz (MHz) en la frecuencia 900. Al parecer, solo abonó US$ 91.000 por las renovaciones de licencia de 2002 y 2007, que también fueron irregulares. El mismo año en que Conatel adjudicó en forma directa esa licencia, también adjudicaba mediante licitación pública otra banda de 25 MHz (frecuencia 850) a Núcleo SA (Personal). El contrato fue de US$ 47 millones. Por lo menos esta empresa cumplió porque actualmente su servicio utiliza más de 2,5 millones de usuarios.
slopez@abc.com.py