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TEMBIAPORÃ (Víctor Daniel Barrera, corresponsal). Los afectados no opusieron resistencia ante la gran presencia de los uniformados. Los intervinientes acamparon a unos 10 kilómetros del lugar, desde el día miércoles y a primeras horas de ayer llegaron al inmueble que según las denuncias estaba invadido.
Los ocupantes aguardaron a los policías frente a una escuela ubicada en la entrada del predio. Tras una larga charla entre el fiscal interviniente Alfredo Mieres, el director de la 3ª Zona Policial, comisario general Luis Cantero, y los representantes de los autodenominados campesinos sin tierra, se puso a disposición la orden judicial de la tercera fase del desalojo. Los afectados no opusieron ningún tipo de resistencia por lo que la comitiva fiscal y policial ingresó al inmueble.
En una recorrida de más de 6 km dentro del terreno, encontraron 63 viviendas precarias que fueron abandonadas en el desalojo.
Luego de la verificación completa de las tierras invadidas, la policía bloqueó todas las entradas y luego fueron derribadas las pequeñas viviendas.
El intendente de Tembiaporã, Sotero Cáceres, acompaño muy de cerca a las familias afectadas, afirmó que la Municipalidad ya realizó muchas inversiones en las tierras invadidas y lamentó una supuesta persecución por parte de los colonos brasiguayos. “Lamentamos la situación por la cual están pasando estas familias, ellos tienen derecho a una tierra en donde trabajar, hasta ahora ya invertimos alrededor de G. 100 millones en un tinglado Multiuso”, dijo el intendente Cáceres.
Al ser consultado sobre la situación de estas tierras en la dirección de catastro de Tembiaporâ, el intendente manifestó en forma insegura que algunas tierras de ese predio están a nombre de los colonos, pero que de todas formas existen irregularidades que llaman la atención, aunque no pudo precisar dichas afirmaciones.
El asesor jurídico del intendente, Gustavo Bernal, mostró un proyecto de ley de expropiación a favor del Indert que ya tiene media sanción en Senadores.
La Policía prometió por su parte una custodia indefinida de los predios, para evitar nuevas invasiones.