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Señaló que tanto los grandes como los medianos y pequeños ganaderos se ven afectados por las heladas. “El pequeño productor es el que más pierde. Nosotros recuperamos cuando el pasto se vuelve verde. Cuando mejora el clima, viene una pequeña lluvia, moja el pasto y vuelve otra vez a verdear, y ahí recién el animal se vuelve a alimentar”, expresó.
Para esos casos, los ganaderos se preparan con antelación y hacen fardos con los que alimentan al ganado, de tal modo que el daño no sea mayor.
Preguntado si en la ARP tienen algún registro o cuantificación de las pérdidas que ocasionaron las heladas el sector pecuario, Villasanti dijo que no disponen de información cierta, pero que siguen recibiendo informes. “Todavía no tenemos una cifra en guaraníes. Lo que sí tenemos es que, a raíz de la inundación y también de la última helada, en Ñeembucú tuvimos una pérdida enorme, no solamente de animales vivos, sino también por abortos por el frío y por la inundación. Pero de la helada todavía no tenemos reportes ciertos”, puntualizó.