Cargando...
El déficit en infraestructura, la mala calidad educativa y de capital humano son barreras que condicionan la productividad del país, reflexionó la economista Natasha Che, quien integró la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) que estuvo recientemente en nuestro país.
La profesional hizo hincapié en la necesidad de una mayor diversificación productiva, esto debido a que las condiciones internacionales no pintan un buen panorama para los commodities.
A pesar de su alto rendimiento en materia de productividad, el sector primario es el que menos ocupa a la población paraguaya, por lo que es necesario plantearse reformas que permitan incrementar el nivel educativo, calidad de mano de obra y ofrecer la infraestructura adecuada para potenciar otros segmentos más intensivos en generación de empleos, pero poco que todavía son poco productivos en generación de recursos, indicó Che.
De cara al futuro, el ambiente externo favorable puede no estar presente y el crecimiento sostenible, debe provenir de un mayor aumento de la productividad y un crecimiento más rápido del sector no agrícola y no comercializable de energía, señaló la economista del FMI durante una exposición reciente en la banca matriz.
Natasha Che también hizo referencia a la necesidad de mejorar la eficiencia de los entes públicos para mejor aplicación de las leyes, situación que muchas veces frenan inversiones en el país.
La economista hizo referencia a países que eran similares al nuestro hace diez años, tanto en nivel de ingresos y base económica, Cito específicamente el caso de Islandia, país que centraba el 50% de su exportación en peces, actualmente lograron reducirlo al 20%, y diversificaron su economía, pero Paraguay mantiene todavía una alta dependencia del agrobusiness.
“Cada país tiene su propia situación, los cambios estructurales son necesarios para que Paraguay pueda elevar su productividad y aspire a un mayor crecimiento”, apuntó la economista.
Desaceleración de la economía
El FMI rebajó la previsión de crecimiento al 3,5% para 2019, desde el 4,2%. Esa corrección es debida a una sequía que reducirá la cosecha de soja, aunque añade que ese efecto negativo se compensará “parcialmente” con una corrección de la crisis cambiaria (Argentina y Brasil).