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El sector agropecuario pagará por última vez el Imagro correspondiente al ejercicio 2013 en mayo venidero, mientras que la primera declaración del Iragro se realizará en octubre, por el ejercicio especial de enero a junio.
Hacienda apunta a que el nuevo tributo, con una tasa del 10%, le genere a partir de 2015 un mayor ingreso de lo que actualmente recibe del sector agropecuario con el Imagro.
El ministro de Hacienda, Germán Rojas, había señalado que este sector de la economía debe contribuir más con el Estado y, en el caso específico de los agroexportadores, dijo que aportan con “cero y menos que cero en términos de impuesto a la renta, IVA y todo lo demás”.
Aseguró que esto es un hecho concreto, que está demostrado en los balances presentados y, en contrapartida, en otros rubros de exportación la contribución cuando menos es de 10%, en términos generales.
Rojas señaló que a esto se suma que el sector de la producción primaria recibe el 35% de todas las exenciones fiscales otorgadas por la Ley 60/90, es decir exoneraciones en el pago de impuestos para traer al país maquinaria, silos y todo lo demás.
A la par de la implementación del Iragro, también desde este año se extendió el IVA a los productos agropecuarios en estado natural con una tasa del 5%, con el cual la cartera fiscal considera que podría recaudar más de 50 millones de dólares.
En julio entrará en vigencia el denominado precio de transferencia establecido en la Ley Nº 5061/13, que crea el Iragro y extiende el IVA a los productos agropecuarios en estado natural.
Esta medida está establecida en el artículo 4º de la Ley 5061 y, entre otros, señala que a fin de garantizar la competencia en el mercado, favorecer la libre concurrencia y garantizar la recaudación tributaria para el cumplimiento de los fines del Estado, dispóngase la implementación de ajustes de precios en las operaciones de exportación. Con esto lo que hará el fisco es elevar el precio tributariamente, para que se pague el impuesto a la renta sobre la cotización real del precio del producto, una medida muy cuestionada por los sectores productivos, porque lo consideran un impuesto a la exportación.