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En principio el reclamo más fuerte de los camioneros se refería al permiso dado para el ingreso de vehículos bitrenes brasileños al país, pero una vez que el MOPC suspendió dicha resolución por un año, las exigencias se trasladaron al reajuste del precio de los fletes como condición para levantar el paro iniciado el lunes 30 de enero. Y este tema se volvió más difícil que el anterior, como se pudo notar nuevamente anoche, pero a las 23:30 aproximadamente se escucharon fuertes aplausos que marcaban que al final se llegó a un acuerdo: el aumento del precio del flete en torno al 10%, lo cual se ratificará en próximas reuniones.
Los voceros anunciaron que con aquella postura ponían fin a su medida de fuerza y todos los dueños de camiones que participaban de la misma empezarían sus labores inmediatamente, considerando que existen muchas cargas aguardando ser trasladadas, principalmente en silos graneleros.
Las partes elaboraron un acta en la que exponen el trato al que llegaron.
Extensas reuniones
Antes de la nueva reunión maratónica, la segunda en dos días consecutivos, los dirigentes de los camioneros habían participado, a la tarde, en una primera ronda de conversaciones para acercar planteamientos sobre los fletes en el Viceministerio de Transporte del MOPC, sin la participación de los gremios de la producción.
A partir de ahí había surgido inicialmente una versión de que prácticamente se tenía un consenso y se tuvo la idea de que el diálogo con los dirigentes empresariales sería casi de mero trámite, para ajustar y ratificar las cifras y redactar algún convenio, pero nuevamente las partes se enfrascaron en una fuerte y prolongada discusión sobre las diferencias que vienen arrastrando desde el inicio de la medida de fuerza, el lunes 30 de enero.
La reunión de ayer comenzó a las 18.30, siempre a puertas cerradas, en el local de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), entidad presidida por el ingeniero Héctor Cristaldo, uno de los más fuertes críticos del paro de los camioneros, a quien acompañaron dirigentes de otros sectores de la soja, como la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro).
Estuvo también el viceministro del Trabajo, César Segovia, más los delegados de los transportistas, que anoche formaban un grupo más numeroso y hasta donde podía escucharse desde fuera del recinto, eran los que hablaban más fuerte y con nerviosismo, lo que indicaba que por momentos las negociaciones se alejaban de vuelta de un eventual acuerdo. Sin embargo, finalmente encontraron la solución.