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Datos suministrados por la Cooperativa Colonias Unidas indican una merma importante en el rendimiento de la soja tempranera, que llega a un 15% sobre la expectativa de cosecha. Según el gerente agropecuario del ente, ingeniero Eduardo Dietze, los primeros reportes señalan que al menos el 7% de las 150.000 hectáreas de soja cultivadas por los socios de la cooperativa se resiente por las condiciones del tiempo.
En estos momentos algunas zonas reportan una cosecha que no sobrepasa los 1.500 kilos por hectárea, cifra que alcanza apenas el 50% de la expectativa de productividad, mientras que otros productores llegan a los 3.500 kilos, dijo Dietze.
Agregó que los cálculos hablan de un promedio general de 3.000 kilos por hectárea, sin embargo, destacó que la expectativa apuntaba a unos 3.500 kilos. Otro efecto negativo es la merma en la calidad industrial de los granos. Pese a todo esto, Dietze destaca que en términos generales se mantiene la esperanza de lograr una buena producción.
A su vez, los socios de la cooperativa Pindó, con parcelas distribuidas entre Caazapá y Alto Paraná, reportaron pérdidas de hasta el 5% en la soja tempranera.
Algunos productores no superaron los 2.700 kilos por hectárea, considerando que el año pasado alcanzaron un promedio de 3.300 kilos, según Romualdo Zocche, gerente general de la cooperativa.
El mismo informó que una buena lluvia a principios de enero había disparado la expectativa de los socios, sin embargo, el calor sofocante y la ausencia de caídas de agua importantes que caracterizaron a las últimas semanas, aceleraron el secado del suelo repercutiendo negativamente en la producción.
De acuerdo a Zocche, algunos lugares registraron precipitaciones en cantidad suficiente, dando como resultado un nivel de producción importante, pero otros sitios no experimentaron más que chubascos que no cubrieron las necesidades mínimas de humedad que requiere el suelo.
Por otra parte, la suerte de los socios de la Cooperativa Naranjito, en Itapúa, no es muy distinta a la de sus colegas de Pindó. El presidente de la entidad, Rubén Zoz, informó que este periodo seco provocó importantes pérdidas en la cosecha. En términos numéricos, en esta primera etapa el promedio no supera los 3.200 kilos por hectárea, considerando que el año pasado llegó a 3.500 kilos. Aun así, Zoz considera que la situación actual no amenaza la soja de ciclo normal ya que en líneas generales el pronóstico se presenta bastante favorable para el campo.