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Un importante déficit de trabajo decente y la debilidad de las instituciones laborales explican en parte la persistencia de la pobreza en las zonas rurales de la región, señala la primera nota sobre Políticas de Mercado de Trabajo y Pobreza Rural, realizada por la FAO y la OIT.
“Los principales problemas que enfrentan las aéreas rurales son la informalidad de los empleos, el incumplimiento del salario mínimo, la débil sindicalización y negociación colectiva, las brechas de cobertura de la protección social y las modalidades de contratación de mano de obra”, explicó Adoniram Sanches, oficial de Políticas de la FAO.
Según la nota, el porcentaje de asalariados rurales que no tiene contrato formal puede superar el 80% en algunos países de la región y muchos de ellos no reciben siquiera el salario mínimo estipulado por ley.
“Uno de los problemas graves es la falta de respaldo escrito de los contratos de trabajo, lo que va de la mano de una ausencia de cobertura de seguridad social, que deja en total desprotección a los trabajadores de la zona rural”, explicó Gerhard Reinecke, especialista en Políticas de Empleo de la Oficina de la OIT para el Cono Sur de América Latina.
A pesar del buen desempeño económico de la región, la disminución de la pobreza durante la última década (2002-2011) ha sido más lenta en las zonas rurales –donde cayó de 62% a 49%– que en zonas urbanas, donde bajó de 38% a 24%.
Generalmente, esta pobreza se asocia con la existencia de pequeños productores agrícolas de baja productividad y la mala distribución de tierras.