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El trabajo de investigación, que llevó alrededor de doce meses de elaboración, pertenece al economista Emilio Ortiz Trepowski, ex gerente de Estudios Económicos del Banco Central del Paraguay (BCP) y actual catedrático de la Escuela de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Asunción (FCE UNA).
Lo acompañaron en la tarea Carolina Riquelme Martínez y Javier Pérez Dioenstmaier, todos del Instituto Paraguayo de Investigaciones Económicas (IPIE).
Solo la habilidad industrial es capaz de transformar el país. Es una demostración de la historia. Se crearían más empleos y más empresas. Se producirían alimentos más baratos para la población. Se recaudarían más impuestos directos e indirectos, por el efecto multiplicador en las ventas, ya que tendríamos a trabajadores con salarios reales más altos, agregó el autor principal de la obra.
Los subocupados de hoy pasarían a estar verdaderamente ocupados. Tenemos que industrializarnos para exportar al mundo. Tenemos que exportar con la tecnología más avanzada. Tenemos que exportar el valor de los productos sin impuestos internos indirectos (no podemos exportar impuestos como el IVA) y gravar sí la renta resultante de las empresas para invertir con fuerza y eficiencia en los mejores proyectos públicos, destacó.
Con el tiempo, a medida que avancemos en nuestra curva de aprendizaje industrial, debemos proponernos exportar productos que tengan cada vez más un mayor componente tecnológico, señaló.
La enorme expansión de la clase media en China e India que tendrá lugar en los próximos 30 años generará un mercado mundial y una demanda expansiva de alimentos. Paraguay puede, pero debe hacer explícita su vocación industrial, dijo.