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Facturas de importación de gas a fraccionadoras locales (ver arriba) a las que accedimos y el documento que confirma lo que Petropar pagó (ver abajo) por su compra apurada de GLP de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), alegando “urgencia impostergable”, confirman una diferencia importante en el precio del hidrocarburo, que acentúan sospechas sobre una posible lesión de confianza de los administradores de la petrolera estatal local. Estas documentaciones demuestran la diferencia importante que existe en el precio en origen entre el producto boliviano y argentino, en el mismo lapso de tiempo. Mientras el Gobierno de Horacio Cartes insiste en atarnos a Bolivia como proveedor de gas por 20 años, según el acuerdo firmado con Bolivia el 24 de agosto de 2015, y que no fue ratificado por el Congreso, por lo que ahora hablan de “alianza comercial”, evidencia el poco interés que demuestran en cuidar el dinero de todos los paraguayos, atendiendo a que Petropar pudo abastecerse a mejor precio de otros proveedores, defendiendo el interés paraguayo.
El lunes pasado, tras la visita realizada al país por el presidente boliviano, Evo Morales, el Gobierno anunció una “alianza comercial” para la ampliación del relacionamiento comercial para la provisión de gas. Claramente con esta “alianza comercial” se pretende burlar al Congreso, ya que el Gobierno tuvo un revés en la presentación del “Acuerdo marco entre los gobiernos de Paraguay y Bolivia, para la provisión de gas natural, gas licuado de petróleo y otros derivados de petróleo”, suscrito en Yacuiba, Tarija, que entre otras cosas pretendió entregar la soberanía del gas local a YPFB, por 20 años.