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En este tema, hay versiones que indican que unos 22 días antes de la incautación de seis camiones con carne brasileña del Frigorífico Concepción, ocurrido el pasado 2 de mayo, la Dirección de Aduanas fue advertido por escrito por sus funcionarios de Pedro Juan Caballero que estaba entrando gran cantidad de carne en situación sospechosa, lo que no ha sido admitido hasta ahora ni por los removidos de la capital del Amambay ni en la central de Asunción.
Lo que sí reveló ayer Valiente, tirando parte de la responsabilidad del actual escándalo al ministro Gustavo Leite, es que en realidad el MIC recién el 17 de abril pasado, cuando ya había ingresado gran parte de las casi 11.000 Ton. de carne brasileña importadas en lo que va del año, remite una nota a Aduanas en la que dice que en dichas operaciones se debe exigir la licencia previa de importación que expide Industria y Comercio.
Incluso, señaló que para incluir ese requisito tanto en el sistema Sofía de Aduanas como en la Ventanilla Única de Importaciones del MIC, que están conectados, pidieron el OK del responsable de tecnología del ministerio, que se logró recién el día 8 de mayo, ya cuando el escándalo había explotado.
Se le indicó que de todas formas Senacsa dice que solo unas 3.600 Ton. entraron con certificado sanitario, cuya obtención es un requisito para acceder a la licencia previa, lo que sí apunta ya a la responsabilidad de la gente de Aduanas. Valiente admitió el hecho, pero alegando que allí “hubo negligencia de parte de los recursos humanos” y aprovechó para criticar el método “cuasi primitivo” de Senacsa.
Sostuvo que dicha institución aún trabaja “con papel y firma de puño y letra” para expedir los certificados, por lo que no se puede vincular con los sistemas informáticos de Aduanas y el MIC. Además, tiene “un altísimo riesgo de falsificación”, como al parecer ocurrió en algunas partidas de carne, dijo, al apuntar también a Hugo Idoyaga, hasta ahora titular del Senacsa.
Contó también que tras la incautación se formó una especie de gabinete de crisis y el presidente Horacio Cartes delegó en Leite las acciones a tomar, y allí ocurrieron las destituciones ya conocidas.