Cargando...
La nota enviada a Petropar por el emblema “Barcos y Rodados” el 3 de setiembre último, solicitando la devolución de un gasoíl “imposible para su comercialización”, confirma lo que nuestro diario viene denunciando. Escobar había reconocido nuestra denuncia, indicando que “solo en abril” ingresó un gasoíl de 6.700 ppm (partículas por millón) en contenido de azufre, altamente cancerígeno para el ser humano, mientras que las normas hablan de 2.500 ppm como límite.
Detectamos más resultados laboratoriales realizados en Petropar, durante la era Federico Franco, que indicaban que la estatal seguía recibiendo gasoíl fuera de las especificaciones técnicas (ver derecha análisis de gasoíl), que se contrapone a lo señalado por el titular del ente, quien había asegurado que “solamente ingresó en abril un gasoíl de mala calidad”.
A través de estos documentos reveladores se puede apreciar también que existen otras especificaciones incumplidas según la normativa vigente (Res. Nº 900/11) y que se refieren al nivel de inflamación (ver info de arriba). Este incumplimiento es un agregado adicional de peligrosidad para los que manipulan el combustible en las estaciones de servicio, considerando la alta temperatura ambiental en el país, además de los graves problemas de contaminación ambiental y en la salud humana ya citados por el alto contenido de azufre.
En el punto de inflamación, la norma habla de un mínimo permitido de 50ºC, pero Petropar admite entre 47 y 49ºC, lo que no debería de haber ingresado porque no corresponde a las especificaciones exigidas en la licitación y por constituirse en un riesgo alto para los operadores de estaciones de servicio y transportistas, ya que al ser su temperatura de inflamación inferior a la requerida por la norma puede iniciar una autocombustión mucho más fácilmente en contacto con la alta temperatura ambiental que de hecho se tiene en el país.
No es corrupción para Federico
Sin embargo, para el presidente Franco todo esto no es corrupción. Tampoco fue corrupción para él que Petropar haya pagado US$ 800.000 de más a la firma “Blue Oil” por una compra de gasoíl sobrefacturada. Si esto no fue un presunto desvío de fondos, ¿dónde está la plata que manejan gracias al pago de los impuestos?
Desconocemos la extraña razón por la cual el presidente Franco, que tuvo la oportunidad histórica de transparentar Petropar, se preste presuntamente a los supuestos negociados que se generan en la estatal, pero de seguro más temprano que tarde lo sabremos y será la ciudadanía la que juzgará los oscuros motivos de esta supuesta alianza que hoy pone en grave riesgo la salud de la población.