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La consulta fue impulsada por la asociación civil “Juntos por la Educación”, de cuya realización participaron también los ministerios de Educación y Cultura, Industria y Comercio, Trabajo, Empleo y Seguridad Social, y SNPP. Un elemento clave que se suma a las valoraciones de los encuestados es la capacidad de los jóvenes de comunicarse en idiomas diferentes al castellano. En ese marco, se evidencia que el “manejo adecuado” del inglés es el de mayor porcentaje de valoración.
La valoración del “desarrollo personal” está muy por encima de los conocimientos específicos o habilidades especializadas para el desarrollo laboral. En ese marco, la capacidad de aprender, iniciativa y compromiso, predisposición para el aprendizaje y rendimiento, predisposición para asumir responsabilidades, capacidad de trabajo en equipo y solidaridad, capacidad de comunicación, tolerancia, pensamiento orientado a resolver problemas, flexibilidad, son aprendizajes, habilidades o capacidades, valorados en porcentajes que varían entre el 71% y 100%, frente al solo 35% y 52% otorgados a habilidades y conocimientos especializados, respectivamente.
El estudio señala que este hallazgo podría interpretarse como congruente con la oferta de formación en servicio que las empresas ofrecen a sus trabajadores, en el sentido de que las habilidades prácticas o específicas son ofrecidas mayoritariamente por las empresas y podrían ser adquiridas en el contexto laboral, pero se espera que los trabajadores, al ingresar a la empresa, ya cuenten con habilidades personales, “habilidades blandas“, cuyo aprendizaje y desarrollo se espera sean adquiridos en espacios prelaborales (como los sistemas educativos formales).
Principal problema: la integridad
Algunos encuestados señalan que fortalecer la educación en el SER antes que en HACER, el principal problema en el país, es de INTEGRIDAD. En ese sentido, se considera necesario para la competitividad del país insertar la cultura de la calidad, tanto en primaria como en secundaria, como herramienta de calidad en el actuar diario; que desarrollen valores y hábitos que permitan contribuir a afrontar los retos que se presentan en la vida. Agrega que “Experiencia + Actitud + Conocimientos” son los componentes necesarios para tener competencia laboral y ocupar un puesto en una empresa, siendo la actitud lo principal.
Añade que se observa una priorización de la adquisición de capacidades para el trabajo, para la vida (SER) y de la necesidad de prácticas orientadas al saber hacer.
Se advierte también que el sector empresarial debe tomar en serio la responsabilidad y asumir su función en la sociedad, en el sentido de que no puede seguir contratando a jóvenes por “salarios miserables” y luego hablar de desarrollo.
jfleitas@abc.com.py