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Tras el anuncio del jueves último, empezará a regir desde hoy la rebaja en el diésel común de G. 200 por litro (de G. 4.490 a G. 4.290), que es el único carburante que el Gobierno decidió bajar, a pesar del desplome del crudo.
Si bien Petropar anunció “con bombos y platillos” la reducción de precio de varios de sus combustibles, los mismos se registrarán solo en sus estaciones de servicio, que no tienen mayor trascendencia para el público porque las mismas son muy escasas. Si el Gobierno hubiera querido beneficiar a la población, hubiera disminuido también la nafta económica, que es el otro combustible regulado, al igual que el gasoil común, y aplicar una mayor disminución, y no en los valores en que decidió, más aún observando el millonario despilfarro que se registra en Petropar.
Cabe recordar que el presidente de Petropar, Rómulo Alfredo Campos Krauer, ordenó un autopremio para la gran mayoría de los funcionarios, por “la mayor rentabilidad obtenida por la estatal por la caída del crudo”, con lo que dilapidaron cerca de G. 2.000 millones. A esto se suman suculentos aumentos salariales, así como autorregalos de 300, 200 y 100 litros de combustibles para los altos funcionarios del ente, y carburantes a precios preferenciales para el millar de funcionarios.
En otro orden, el emblema Copetrol anunció que, además del gasoil común anunciado por el Gobierno, desde hoy reducirán al público sus diversos combustibles, entre G. 150 y G. 260 por litro.