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De acuerdo a la denuncia de funcionarios y exempleados de la cementera estatal, que prefirieron no ser mencionados, son constantes las averías de las maquinarias (molino de clínker y horno) que llevaron a que el despacho sea de tan solo 25.000 bolsas por día y no las 90.000 bolsas que había prometido el entonces presidente del ente, Jorge Méndez, luego de que inaugurara unas mejoras en la planta de Vallemí.
Esta inversión fue de US$ 45 millones, que incluía el horno.
A esto se suma una supuesta crisis financiera, que recientemente causó la cancelación de la última licitación para compra de clínker.
De acuerdo con la página web de Contrataciones Públicas, la licitación para la adquisición de clíncker por valor aproximado de G. 16.604.160.000 fue cancelada por la propia contratante (INC).
Al respecto consultamos con el actual titular de la cartera, Javier Rodríguez, quien respondió (vía correo electrónico) que “la licitación se canceló debido a que INC no tiene aprobada la ampliación presupuestaria solicitada y los plazos ya no se ajustaban para asumir el compromiso”.
Los denunciantes reclamaron también por las cantidades de clínker que la estatal importa, cuando debía haber fabricado su propio material. “Se cancela una licitación para nueva compra de clínker, cuando la INC debería generar su propio clínker. No tiene razón de ser. Además, esto demuestra la crisis financiera existente, ya no hay con qué pagar”, señaló uno de los denunciantes.
Por su parte, la entidad envió ayer un informe en el que dice que el despacho diario de cemento este mes fue de 41.503 bolsas/día.