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De acuerdo con las autoridades de la cartera, se avanza con el proceso de implementación de una nueva estructura presupuestaria por resultados para el próximo año, apuntando con ello a mejorar la calidad del gasto público, como reclama la ciudadanía.
La cartera estableció un tope de gasto inferior al monto presupuestado para el presente ejercicio, que es de G. 80 billones (US$ 13.500 millones), hecho que motivó el reclamo de las instituciones, según informaron técnicos de la institución.
Como cada año, sin embargo, dejó abierta la posibilidad de que las entidades presenten por separado sus pedidos adicionales, de tal manera que se evalúen los programas y de existir disponibilidad de ingresos, se pueda atenderlos en partes, posteriormente.
Los lineamientos establecidos por Hacienda para elaborar los anteproyectos establece, entre otros, que no se podrá incluir aumentos salariales para funcionarios.
Además, los entes deberán priorizar los programas de salud, educación, seguridad, protección social y conectividad y se dispone que en ningún caso el aumento del gasto corriente primario podrá ser superior al 8%. También se deberán establecer medidas de austeridad en el consumo de agua, luz, combustibles, teléfono, catering y vestimenta.