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De los 10 millones de dólares que recibió la Comisión Nacional del Río Pilcomayo, cuando era presidida por Daniel Garay, 4,2 millones se fueron en trabajos que no se ejecutaron conforme al pliego de bases y condiciones o que directamente no se efectuaron, según la denuncia que elevó el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) a la Fiscalía, y en la que se enumeran las irregularidades detectadas durante la auditoría, que ya finalizó.
La intervención halló facturas de reparaciones de vehículos que fueron encontrados sin funcionar y hasta sin motor. Por ejemplo, se pagaron G. 39.179.570 y G. 39.229.560 por reparar en un caso una camioneta Isuzu, que se encontró sin funcionamiento, y en el otro por reparar un vehículo Mitsubishi L200, que estaba sin motor al momento de iniciarse la intervención.
También se pagaron G. 992.604.414 en concepto de “movilización de obra”, cuando que la contratista ocupa una buena parte de la superficie del campamento en la embocadura de la Comisión Nacional del Río Pilcomayo. Es decir, este desembolso está totalmente injustificado.
Pero el grueso de los pagos se efectuó a los consorcios contratistas por certificados de obras sin que medie fiscalización, como establece el pliego. Es decir, no hay garantías de que estos trabajos se hayan ejecutado.
En ese sentido, a Tocsa-Vialsur (Fernando Talavera) se le pagaron G. 14.660.882.318. Dice la denuncia que la forma de presentación de los certificados no era la indicada. “El contratista no realizó el relevamiento previo con la fiscalización de la comisión”, reza el escrito.
En tanto que al consorcio Margariño (representado por Darío Ramón Jara Pereira) le pagaron G. 8.091.814.033, sin que tampoco la medición obrante se ajuste al pliego.
La misma denuncia agrega que “los pagos realizados por el MOPC a instancia e indicación de la comisión no cuentan con respaldo suficiente para el pago conforme lo indica el pliego”.
El monto total de los pagos irregulares asciende a G. 23.823.709.895, que en dólares son 4.201.172.
Visitarán la zona
El viceministro de Obras, Juan Manuel Cano, anunció que el martes una comitiva del MOPC y de la Comisión Pilcomayo recorrerá el área afectada para definir los puntos más críticos y las tareas, considerando que el escurrimiento de agua es mínimo. Solo hay dos posibilidades, y una de ellas es la apertura de la embocadura, si es que aún es factible. Si eso no es posible, lo que queda es hacer un plan aguas abajo y preparar el canal para los próximos meses, cuando se produzca la próxima riada.