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La operación se concreta efectivamente al mes siguiente con la Res. PRE Nº 673/11, del 4 de octubre, en la que Petropar aprobó la excepcionalidad para la contratación de gasoíl, supuestamente por un volumen de 45.000 m3, en condición de entrega en Zárate, Km. 171 del Río de la Plata, Argentina.
Luego empezaron las maniobras con los retrasos para la carga del producto así como la modificación de tarifas, que fueron fuertemente infladas. La fecha de carga del gasoíl fue acordada para el 15 de noviembre de 2011, pero recién fue autorizada por Petropar la descarga del producto desde el buque madre a las barcazas el 24 de noviembre de 2011. Estos “retrasos” intencionales implicaron un mayor costo por la diferencia de volumen, entre el buque madre tomado y no el de la barcaza como correspondía; además de otras maniobras para concretar la sobrefacturación.
El contrato refiere que para facturar se debe considerar el promedio del precio Platt’s del gasoíl por quincena al momento de la carga. En este caso, en vez de aplicar la tarifa de US$ 851,918 m3 correspondiente a la segunda quincena (porque cargaron el 24 de noviembre), y con la que por un volumen de 43.517 m3 debían abonar solo US$ 37.073.653, aplicaron la correspondiente a la primera quincena para pagar en forma irregular el precio más alto, el de US$ 869,383 m3 por 43.558 m3, lo que arroja el sobreprecio de US$ 795.676, y un total abonado de US$ 37.869.329. El BBVA alertó de la irregularidad, pero igual Petropar pagó demás.