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El MAG divulgó el informe final de la auditoría de revisión especial de programas financiados con fondos provenientes de la colocación de bonos soberanos, ayer de tarde. La revisión fue hecha por la Auditoría General del Poder Ejecutivo.
Entre las observaciones e irregularidades el estudio menciona, entre otros, casos de beneficiarios para la construcción de invernaderos por los que se han llegado a pagar millonarios montos de dinero, en vano.
En varios casos se abonó parte del presupuesto pero no se hicieron las obras. En otros casos también fueron efectuados desembolsos, se iniciaron los trabajos, pero no los concluyeron.
Tal es el caso de Blanca Martínez Roa, de Yhú (Caaguazú), donde la empresa Rocalex SA tenía que construirle un invernadero de metal de 320 m2 por un total de G. 54.080.000; la firma llegó a cobrar G. 16.224.000, es decir el 30%, pero el invernadero no fue instalado.
Sinthia Lorena Coronel, de Yhú, también fue favorecida para la construcción de un invernadero de metal y pozo artesiano para terrenos sedimentarios, a cargo de la empresa Rocalex SA, por G. 54.080.000, que recibió el 30% pero la obra no se realizó.
Arnaldo Giménez Alientre, de Juan E. O’Leary (Alto Paraná), beneficiado con invernadero de metal con sistema de riego y pozo, por G. 73.000.000, a cargo también de la empresa Rocalex SA, que recibió G. 21.900.000, pero no se le hizo la obra.
Otro beneficiario fue Marcelino Chena Sanabria, de Juan E. O’Leary, con un invernadero de metal de 320 m2, por G. 38.000.000. Dicha compañía recibió G. 11.400.000 y la obra no se realizó.
Pablo Morínigo Bracho y Concepción Mario Monges, de San Solano, Sta. Rosa (Misiones) fueron favorecidos para que se les haga un invernadero de metal con sistema de riego, por G. 114.000.000, a cargo de la empresa Sonia SACI, que recibió G. 34.200.000 pero la obra no concluyó.
Domingo Andrés Ayala, Máximo Peralta, Ricardo Dionisio Pintos y Víctor Hugo Pintos Uliambre, son otros beneficiarios con un invernadero de metal con sistema de riego, por G. 152.000.000, que debía hacer Sonia SACI, pero la compañía llegó a cobrar G. 45.600.000 y la obra no fue terminada.
Además, Agustín Fornerón, de San Ignacio Guazú (Misiones), fue favorecido con un invernadero tipo túnel por G. 30.000.000, a cargo de la empresa Sonia SACI, la cual recibió G. 9.000.000 y la obra sin embargo no se llegó a hacer.
A Damasco Morínigo, de San Solano, Misiones, se le ayudó con un invernadero de metal con sistema de riego, a cargo de la empresa Sonia SACI, donde la obra se hizo pero está abandonada.