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Morínigo fue consultado ayer por ABC Color sobre el inminente aumento en el precio del gasoíl común importado por Petropar, que está preparando el Gobierno y que, a su criterio, “es absolutamente innecesario”.
Explicó que se le estará “cargando una vez más a la ciudadanía la inoperancia de la petrolera estatal”.
Señaló que lo que se está haciendo es cargar toda la gran falencia financiera que tiene Petropar, sus millonarios despilfarros, las numerosas licitaciones amañadas y hasta los intereses que no corresponden y que fueron cargados en la deuda que se mantiene con Petróleos de Venezuela SA (PDVSA).
Se preguntó que increíblemente esta empresa estatal mantiene un “default” financiero (cesación de pago) comercializando un producto de alta rotación y por el que la ciudadanía paga al contado en las estaciones de servicios. “Incluso se llegó a comprar a crédito el combustible, en el caso de PDVSA, que luego Petropar vendió al contado, pero no se tiene plata para honrar la deuda”, agregó.
Aclaró al respecto que en el pasivo con PDVSA no solo incorporaron intereses moratorios, sino hasta intereses que no corresponden, al solo efecto de inflar aún más la deuda. El pasivo con la petrolera venezolana, que está a punto de vencer, asciende a US$ 271 millones.
Obviamente, en estas condiciones, si se aplica un aumento al público en el precio del gasoíl común, que hoy se comercializa a G. 5.290 por litro y que mueve nuestra economía, la población se sentirá ofendida e indignada, cuando se le incrementa el precio de un combustible que luego tendrá un efecto multiplicador en todos los productos y que con una buena administración ni siquiera sería necesario aplicar. “Ofende a la gente que se le traslade el costo de la corrupción y el despilfarro. Así las cosas, no sabemos qué rumbo tendrá nuestro país”, añadió.
Consultado sobre su opinión con relación a la administración liderada por Fleming Raúl Duarte, presidente de Petropar, refirió que prefiere mantenerlo de manera reservada, ya que sigue en la petrolera la misma gente, altamente comprometida con los hechos de corrupción de la era de Sergio Escobar, extitular del ente. Además, dice, le solicitó informes sobre varios casos dudosos, de licitaciones irregulares, que no le entregaron bajo cualquier excusa.
Otro aspecto cuestionado por el síndico con relación a la gestión de Duarte es que a su criterio la nueva administración debió haber barrido la institución de funcionarios comprometidos con la cuestionada administración anterior.
Citó el caso del director jurídico, Engelberto García, quien fue uno de los que avalaron la gestión de Escobar, y es quien comanda jurídicamente en este “nuevo rumbo”. Obviamente, si les pido un informe y estos funcionarios que deben responder las irregularidades están comprometidos, evidentemente no dispararán contra ellos mismos.
Es antro de corrupción
Luis Morínigo enfatizó en que Petropar es un centro de corrupción, en donde la gente que ingresa encuentra que es un ente demasiado atractivo para el saqueo, amparado por la impunidad. Hasta ahora no existe ningún castigo para todas las irregularidades demostradas fehacientemente. La actual administración lo que debió hacer es barrer con los cuestionados funcionarios que cooperaron con la corrupción en la era Escobar, instruirles sumarios y erradicar la impunidad.