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Los funcionarios Quirno Gabriel Centurión, jefe de la división Tesorería, y Víctor Ochoa, jefe de sección son los dos funcionarios que fueron detenidos en medio de la investigación del millonario faltante, aunque no se descarta la participación de más personas, ya que los datos aún son verificados por los agentes intervinientes, detalló ayer Pereira en conferencia de prensa. Hace 12 días ya se había detectado un faltante en la misma unidad, de G. 28.000.000. Según Pereira, el mismo Ochoa, ahora detenido, asumió la responsabilidad por ese hecho.
El faltante de ayer se detectó mediante un procedimiento de arqueo sorpresivo de la Auditoría Interna del Banco, constatando la diferencia de G. 2.416 millones entre lo declarado contablemente y la existencia física. El hecho fue comunicado inmediatamente, según el titular del BNF, a la unidad anticorrupción, a la Policía Nacional y a la Fiscalía, con el propósito de iniciar una investigación. Los citados funcionarios quedaron por el momento apartados de sus cargos y detenidos para investigación, ya que son responsables de velar por los recursos de la Tesorería, aunque aún no se revelaron pruebas que los impliquen de manera directa en el ilícito.
Los agentes intervinientes encabezado por la fiscala Susi Riquelme están monitoreando los procedimientos y conexiones con las demás sucursales y canales de acceso a fin de corroborar todo el circuito de operaciones incluyendo las transportadoras de caudales y cajeros automáticos.
Hasta el momento no se sabe si hubo una fuga física de los billetes o transacción electrónica, o de que forma se perpetró esto que ha causado un daño patrimonial importante al BNF. Igualmente se está verificando todo el circuito de cámaras a fin de detectar algún acto sospechoso en el recinto de la Tesorería.
Pereira dijo que las auditorías se realizan periódicamente como parte de un programa de control interno y aquellas sorpresivas, como las de ayer, según indique el Consejo. En esta ocasión se ordenó el arqueo por tratarse de un periodo de pagos masivos en el que se maneja muchos recursos.
Seguro cubre
De todas formas, Pereira dijo que el faltante no representa riesgo para la estabilidad del banco, y remarcó que el BNF dispone de una “excelente salud financiera”. Además, la entidad cuenta con un seguro integral que cubre este tipo de eventos que puedan darse en el ámbito de las actividades financieras, alegó.
Desvíos también en sucursal
En mayo pasado, la auditoría del BNF ya había detectado también un primer faltante de G. 586.750.000 en la sucursal ubicada en la ciudad de Pedro Juan Caballero, aparentemente como producto de un desfalco, que involucró en esa oportunidad a cuatro funcionarios. Por este desvío están siendo investigados Luis Ramoa, Lázaro Zárate Sánchez, Lauro Enrique Argüello y Miguel Benítez, que se desempeñaban como gerente general, contador, tesorero y encargado de cajeros automáticos de la entidad, respectivamente. Así, en solo cuatro meses, se desviaron unos G. 3.000 millones del BNF en circunstancias aún no aclaradas, aunque estos casos siguen siendo investigados por la fiscalía.