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En la tarde de ayer, el presidente de la República, Horacio Cartes, promulgó la ley que ratifica las notas reversales que modifican los Anexos C y A del Tratado de Yacyretá, sancionadas la última semana por el Congreso.
La promulgación se da en un momento en que Yacyretá está en el ojo de la tormenta debido a un escándalo de corrupción público revelado en Argentina en el caso conocido como “cuadernos de la corrupción”, que salpica al exdirector ejecutivo de Yacyretá, Óscar Thomas, prófugo de la justicia, buscado por Interpol bajo sospecha de ser un recaudador y posterior distribuidor de coimas en obras del sector energético.
En medio de este escándalo, el Congreso de Argentina ni siquiera tiene fecha para tratar las notas reversales que, entre otras cosas, suponen el régimen de financiamiento del polémico proyecto Aña Cua, una central hidroeléctrica que solo le conviene a la Argentina, pero que será financiada en un 50% por Paraguay, a través de su participación en Yacyretá.
Contenido de las notas
El Anexo C modificado carga sobre la EBY una deuda sin respaldo documentario con el Tesoro argentino y aplaza, para financiar la nueva central del Aña Cua hasta la década comprendida entre el 2023 y el 2033, el pago de la compensación por territorio inundado.
La supuesta deuda, que no está documentada, quedó en más de US$ 4.000 millones que, para colmo de males, nunca fue auditada por alguna institución paraguaya.
En cuanto a la NR Nº 2/14, sustituye el principio de la alternancia en la Dirección Ejecutiva de la EBY por un mecanismo pretendidamente paritario, que en rigor deja en manos argentinas más del 90% del negocio de Yacyretá.
El excanciller y exsenador Miguel Abdón Saguier, sobre la posibilidad de que el Congreso argentino no ratifique las notas reversales, sostuvo que Paraguay no debe impulsar nuevas notas, sino exigir que se cumpla el tratado. Principalmente en lo que refiere al pago de deudas y la aplicación del criterio de proporcionalidad en la relación al consumo-deuda. Hoy Paraguay consume menos del 1% de la energía de Yacyretá, pero pasará a pagar el 50% de la deuda aceptada por el Gobierno.