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El sector agro uno de los principales motores económicos del país moviliza en el año millones de dólares a través de la exportación de soja, carne y otros a los mercados del mundo, pero su impacto fiscal con relación a otras actividades económicas, todavía es muy bajo.
Pese a la reforma en el Iragro, su contribución es apenas del 2% sobre el total de los ingresos fiscales. Estamos hablando de G. 326.601 millones que ingresaron los agrobussines a las arcas del fisco en el 2017. Además el segmento agrícola primario pese a toda la cantidad de suelo que ocupa, ya sea para sus cultivos o cría de animales, proporciona muy baja ocupación de mano de obra o empleos tan necesarios.
Al respecto Celia Ortega indicó que es necesario replantear la contribución fiscal de la actividad agro, a través de metodologías que permitan una mejor valoración del suelo en retribución al uso que se le otorga, la competitividad de los productos que generen mayor desarrollo inclusivo y equidad. Según opinó, las políticas deben estar orientadas en la consolidación de un mayor desarrollo inclusivo. Consultada sobre el gravamen a la exportación de granos, acotó que no es la salida más adecuada.
Comentó que el banco está interesado en realizar consultorías y estudios que permitan contar con más elementos de valoración para mejorar la competitividad en la actividad agropecuaria, incluso sin ningún costo para el país. Sin embargo, la falta de interés por parte de las autoridades de turno está privando de sacar un mejor provecho a los recursos y la actividad en si.
Ortega agregó que el modelo económico de Paraguay, y pese a los esfuerzos que se han llevado adelante para diversificar la economía, sigue siendo reducido y muy dependiente de los agrobuissines. “Nos cae la niña o cualquier otro efecto metereológico adverso vamos a tener muchos problemas”, aseguró.
La Sra. Ortega, de nacionalidad española, es abogada experta en el desarrollo del sector privado especialmente en las áreas de promoción del comercio exterior y de la inversión extranjera directa y es representante residente del BM en nuestro país hace un año y medio.
Burocracia que retrasa
La delegada del BM cuestionó la burocracia administrativa que sigue trabando el progreso en nuestro país. Para lograr la aprobación de una Ley el proceso legislativo dura entre dos y tres años, lo que impide a un Gobierno implementar sus propias políticas, generalmente las iniciativas que surgan para mejorar algo lo termina desarrollando el siguiente Gobierno, cuestionó. “El mundo se mueve muy de prisa, cuando hayamos logrado avanzar en algo, ya vienen cosas nuevas”, dijo.
El Banco Mundial tiene una cartera activa en Paraguay de alrededor de US$ 500 millones, distribuidos en proyectos de fortalecimiento del sector energético, conectividad en transporte, agricultura sostenible, fortalecimiento, gestión fiscal y modernización en agua y saneamiento.
Por otra parte, está la cartera de la Corporación Financiera Internacional (IFC) con alrededor de US$ 300 millones en más de 25 proyectos que respaldan el desarrollo de un sector privado competitivo, con especial énfasis en el comercio.