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Tras reunirse con los integrantes del Equipo Económico, el titular de la ANDE, ingeniero Víctor Romero, explicó que presentaron los estudios de las necesidades de inversión para cumplir el plan de obras y plantearon un rebalanceo tarifario que incluye el incremento según las franjas de consumo que tienen, puesto que “existen clientes y categorías que ni siquiera cubren el costo de la energía”.
El funcionario no quiso hablar en términos de porcentajes, pero admitió que los principales afectados por el incremento serán los usuarios de las categorías gubernamental, industrial y de alta tensión, que llegarían al 35% e incluso más, en algunos casos, reconoció. Explicó que si se toma la decisión de aprobar el aumento solicitado, el precio de venta mínimanente debe cubrir los costos de la energía. “Lo que sucede hoy es que hay varias categorías tarifarias y el precio de la energía que la ANDE vende ni siquiera cubre el costo de la energía que compra. Eso en ninguna parte económicamente es viable”, señaló Romero.
Agregó que para determinar el costo de la tarifa, se tienen en cuenta tres puntos; el primero, es el costo de energía, que incluye la compra de la energía, más las pérdidas, el transporte y también la amortización de las redes. El otro componente es el costo de administración, operación y mantenimiento y, el tercero, las inversiones para que la ANDE pueda atender el crecimiento.
Al ser requerido sobre el margen que tuvo en estos 14 años en los que se fijó la tarifa con un dólar estimado en G. 7.300, el titular de la estatal refirió que la decisión se había tomado porque desde 1998 hasta el año 2002, la entidad tuvo rentabilidad negativa y se había entrado en cesación de pagos.
Incluso, se dejó de pagar US$ 130 millones a Itaipú hasta que la binacional tomó la decisión de descontar de los royalties, recordó.
A partir de ese momento, cuando se aplicó el incremento, la ANDE tuvo una rentabilidad cercana al 8% que le permitió hacer las inversiones en estos 14 años, justificó. Según el funcionario, en ese periodo de tiempo, entre el 2002 y 2015, la ANDE invirtió en mejorar su sistema cerca de 1.500 millones de dólares, con recursos propios.