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En los próximos decenios el crecimiento demográfico y los dramáticos cambios en la dieta ejercerán una mayor presión sobre los sistemas agrícolas a nivel mundial. “La próxima despensa global” describe el papel de América Latina y el Caribe (ALC) a la hora de abordar este desafío y la oportunidad de incrementar el desarrollo, reducir la pobreza y apoyar el progreso social en toda la región.
“América Latina tiene un gran potencial para ayudar a satisfacer, de manera sostenible y productiva, la creciente demanda de alimentos, pastos, fibras y combustible de nuestro planeta. Al poner en marcha una agenda comprensiva de políticas favorables a la agricultura, América Latina puede atraer las inversiones e innovaciones necesarias para convertirse en la despensa global del siglo 21”, dijo la Dra. Margaret M. Zeigler, directora ejecutiva del Global Harvest Initiative.
La región de ALC contribuye cerca del 11 por ciento del valor de la producción mundial de alimentos y cuenta con aproximadamente el 24 por ciento de la tierra cultivable del mundo. Asimismo, la región cuenta con un estimado del 28 por ciento de la tierra del mundo que se identifica por tener un potencial medio-alto para la expansión sostenible de la superficie cultivada y el 36 por ciento de la tierra está en promedio a unas seis horas de mercados locales.
“Los próximos 10 a 20 años ofrecen una oportunidad crítica para avanzar en nuevas formas de agricultura productiva y sostenible con el medio ambiente en la región”, destacó Ginya Truitt Nakata, especialista senior de Operaciones de BID.
Las áreas clave para las políticas de acción y la inversión en las que se deberá avanzar son: ciencia agrícola, investigación, y desarrollo; mayor conocimiento y servicios de extensión agrícola para los productores; infraestructura de transporte y logística, entre otros factores.