Alarmante índice de robos de medidores de la Essap

Eligen barrios de ciudades periféricas. Por lo general, actúan en la quietud de la madrugada y ya han dejado un tendal de damnificados. No se trata de simples rateros, sino de gavillas bien organizadas que se encargan del robo masivo de medidores de agua de los domicilios particulares para comercializarlos luego en el mercado negro.

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Solo este año se denunciaron más de 500 casos, y en los últimos quince días, los delincuentes se alzaron con unos 100 medidores del barrio San Isidro (San Lorenzo), lo que demuestra que el robo en serie va en crecimiento. Los usuarios se sienten impotentes y algunos hasta sospechan de los propios técnicos de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay S.A. (Essap). La empresa estatal, sin embargo, también dice ser perjudicada y pedirá la intervención de la Fiscalía. Lo cierto y lo concreto es que cada medidor tiene un costo de 23 dólares, por lo que el perjuicio, solo en lo que va del año, ascendería a unos 11.500 dólares, casi 80 millones de guaraníes.


AHORA SE TENDRÁ QUE BLINDAR LOS MEDIDORES

Con total impotencia ante la inseguridad y el creciente robo de medidores en el barrio San Isidro (San Lorenzo), doña Cristina Vda. de González manifestó que no le queda otro remedio más que blindar su medidor para que los delincuentes ya no puedan actuar.

‘‘¿Qué podemos decir al respecto? Solo nos resta asegurar nuestros medidores y por eso ya mandé hacer una rejilla de hierro para mi medidor de manera a evitar que la misma sea robada nuevamente’’, expresó la usuaria afectada.

La misma coincidió igualmente con que el robo sistemático de aparatos de medición de agua en su cuadra se perpetró en horas de la madrugada, aprovechando que en la zona prácticamente no existe seguridad.

‘‘Nosotros fuimos a reclamar a la Essap y nos dijeron que compremos nosotros el caño y conectemos en directo -el servicio- hasta que venga una cuadrilla a instalarnos un nuevo medidor, ya que no están dando abasto por todos los casos que hay’’, enfatizó.

Doña Cristina indicó que existen muchos rumores acerca del robo de medidores, ya que algunos dicen que se usa para fundirlos y utilizar el bronce, otros dicen que se revenden a las aguaterías privadas y algunos creen que son los mismos funcionarios de Essap los que se dedican al ilícito.


‘‘EN UNA MADRUGADA VACIARON LA CUADRA’’

Uno de los afectados por el robo de medidores es Jorge Jara, vecino del barrio San José de la ciudad de San Lorenzo. El mismo relató que en la madrugada del martes los inescrupulosos procedieron a dar su golpe en toda la cuadra. ‘‘Fue entre las 12 y las 5 de la madrugada. Nadie se dio cuenta hasta que recién a la mañana, pudimos constatar que no había agua en la casa. Al verificar el registro de Essap, advertimos que el medidor ya no estaba’’, manifestó Jara.

Añadió que al poco tiempo de darse cuenta de lo ocurrido, que todavía podía tratarse de un caso aislado (de retiro de medidor por error de facturación, etc.), se constató que casi todas las casas de la cuadra estaban sin su correspondiente medidor de agua.

Tras hacer la denuncia ante la Essap, la sorpresa fue aun mayor, ya que la respuesta de la compañía estatal fue que cada vecino afectado tendrá que abonar 57.000 guaraníes por la reposición del medidor.

‘‘Realmente es desagradable porque primero uno se queda sin agua durante el tiempo que dura la denuncia ante la compañía y, por otro lado, tiene que volver a pagar por el medidor’’, mencionó, indignado, Jorge Jara.

‘‘HAY ALGO RARO DETRÁS DEL ROBO DE LOS RELOJES’’

Carlos Barrios Escobar, vecino del barrio Villa Aurelia de San Lorenzo, tiene fuertes sospechas acerca de los verdaderos responsables del robo masivo de relojes medidores de agua potable.

‘‘Cómo es posible que simples ladronzuelos puedan en una sola noche hacer desaparecer hasta 30 medidores de una misma zona, sin dejar rastro alguno’’, manifestó el usuario.

Añadió que solamente personas que conocen del tema, como los técnicos de Essap o los contratistas, pueden realizar ‘‘trabajos’’ similares y lo peor de todo es que el usuario tiene que pagar nuevamente por los medidores robados.

Se necesitan técnicos y las herramientas correspondientes para efectuar este tipo de ilícitos. Así es que no se trata de uno o dos rateros, sino de toda una red mafiosa que está lucrando a costilla de los usuarios.

‘‘Ahora me piden 57.000 guaraníes para volver a instalarme otro medidor, pero voy a verificar que ese medidor sea realmente nuevo y no un usado porque allí está el negocio’’, señaló, ofuscado, Carlos Barrios Escobar.
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