Aduaneros que cobran salario mínimo construyen dúplex de G. 400 millones

Miguel Vysokolán y César Daniel Samaniego, primo de la senadora Lilian Samaniego, aparecen como otros funcionarios malabaristas de la Dirección Nacional de Aduanas que con un salario mínimo en 5 años, lograron edificar viviendas que cuestan unos G. 400 millones. Samaniego dijo que esto se logra “de a poco”, mientras que su compañero se llamó a silencio.

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Miguel Arturo Vysokolán Vera y César Daniel Samaniego Morínigo son funcionarios contratados de la Dirección Nacional de Aduanas (DNA), con días de diferencia, ingresaron hace 5 años a la institución y pese a percibir solo el salario mínimo, ostentan una extraordinaria prosperidad con relación a lo que ganan.

Samaniego es primo de la senadora cartista Lilian Samaniego. Ambos son funcionarios contratados de la Aduana desde el 2011, comenzaron ganando G. 1.658.232 y hoy perciben el equivalente al salario mínimo actual vigente con el descuento del IVA.

Vysokolán y Samaniego desafían todo cálculo matemático y mientras la mayoría de los ciudadanos que ganan el sueldo mínimo se quejan de que el monto no alcanza para vivir, ellos contrastan la realidad con otro nivel de vida.

Según los registros salariales, en 5 años, Vysokolán cobró G. 222,5 millones en la Aduana, mientras que Samaniego G. 177,4 millones. Sin embargo ambos edificaron importantes viviendas en un terreno de 638 m2, que cuesta G. 154.800.000, financiado según confirmó el pariente de la senadora.

La cuota de la propiedad es de G. 1.200.000. Sus construcciones totalmente protegidas con cerco eléctrico y cámaras de seguridad, cuestan como mínimo unos G. 400 millones, señalaron profesionales de la construcción, ya que los muros, los portones, son materiales caros.

Samaniego dijo primeramente que su padre César Herminio Samaniego le pagó la mitad de la construcción; sostuvo que el papá tenía una fábrica de sommier que cerró en el 2011. Luego cambió su versión diciendo que la fábrica no era “tan grande” sino “un trabajo artesanal” del padre. Después cayó en una serie de contradicciones diciendo que su esposa Celeste Alegre trabaja en una importante importadora, cuando en realidad la mujer trabaja en un centro evangélico.

“Mi esposa es la que hizo el contrato de compra del terreno, ya cuando éramos novios”, contó después Samaniego. Sostuvo que la mujer gana G. 4.350.000 pero “antes era gerente de una financiera y ganaba más, dejó eso para dedicarse a la casa”, subrayó.

El ingreso global de la pareja es de G. 6,3 millones, según contó Samaniego. Con este dinero mantienen una importante casa, pagan la cuota del terreno de G. 1.200.000, mantienen dos vehículos, un hijo y otro en camino, pagan los impuestos, etc.

Vysokolán se llamó a silencio, le llamamos a los números que registra en Aduanas, pero el buzón decía que ya no existen. Le enviamos mensajes a través de su vecino Samaniego, pero “no quiere hablar” según nos reportó.

Según Samaniego, Vysokolán tiene la casa a nombre de la madre, y vive con ella y sus hermanos allí.

rossana.escobar@abc.com.py

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