Sol de América y Sportivo Luqueño no llenaron las expectativas y terminaron igualando un partido que se jugó mayormente con mucha voluntad y desprolijidad. En el primer tiempo casi no ofrecieron nada.
Luqueño arrancó con mucho ímpetu, pero la fuerza del equipo se fue debilitando con el correr de los minutos, permitiendo al rival manejar y tener mejor control del esférico.
Fue llamativa la decisión del entrenador solense, Javier Sanguinetti, de realizar varias modificaciones. Su equipo dejó muy buena impresión ante Cerro Porteño en el primer juego, pero el DT dio cabida a otros y la determinación no fue la más acertada, puesto que las modificaciones no tuvieron mucha relevancia.
El elenco unicolor ingresó con más decisión en la parte final y fue más visible su trabajo, pero ofensivamente no tenía fuerza.
Luqueño salía de contragolpe y tratando de tener más claridad. Un córner de Marín no pudieron rechazar los defensores azules y Leichtweis, de espaldas y con un taco, hizo el 1-0.
Un sorprendido Sol dio más fuerza a su andar y Gustavo Giménez, en una jugada inocente, tomó a Ernesto Álvarez en el área y el juez Samaniego pitó penal que el mismo “Pinti” Álvarez marcó para el 1-1 final.