Al pan, pan, fue la respuesta de Cerro Porteño al visitar a Capiatá y vencerlo por la cuenta de 2 a 0. El Ciclón se desquitó así de la derrota que le infligiera el cuadro capiateño en la primera rueda, con aquel recordado gol de Fidel Miño en tiempo adicional.
Esta vez, todo fue para Cerro y de Cerro. Incluso jugando a media máquina en gran parte del encuentro, el equipo azulgrana fue superior. Cuando presionó, llegó al primer tanto y pudo haberlo hecho cuantas veces se lo propusiera, porque el rival estaba prácticamente jugado a su suerte.
La razón de tan baja producción del equipo de Mario Jacquet está en el aspecto físico. El partido del miércoles pasado ante Nacional, donde los capiateños pese al esfuerzo igual perdieron, dejó sus secuelas.
Cerro manejó los tiempos del partido. Fabbro buscó el arco de tiro libre y la pelota se estrelló en el palo derecho. Al rato el mellizo, Ángel Romero, en gran definición, también remató al travesaño. El gol ya se “olía” cuando un centro de Corujo resolvió Beltrán a los 37’. Ya a los 92’, Óscar Romero coronó su actuación con el segundo tanto que bajó el telón.