De la manera con que arrancó el juego Carapeguá, de la mano de un “Tom” Ortiz práctico y dinámico, nadie se imaginaba el contundente resultado adverso, ni que el querido “Tom” se iba a retirar abucheado de la cancha.

Es que hasta los 15 minutos todo fue para el local, que, sin embargo, no pudo llegar con peligro hasta la valla de Servín. Pero a partir de ahí Tacuary comenzó a mostrar su peligroso contragolpe y la calidad individual de sus jugadores para abrir el marcador, como el formidable remate de tiro libre de Marcos Acosta Rojas, que se coló en el ángulo de Heves.

Cuando terminaba el primer tiempo, Antonio Arias cobró penal por mano de Aguayo, y “Tom” se encargó del remate, que lo paró formidablemente Servín.

En la etapa final las cosas fueron más simples para Tacuary, pues aplicó eso que tanto le gusta, el contragolpe, por medio del cual demolió la abierta defensa local, una y otra vez, hasta llegar al cuarto, mientras que los jugadores de Carapeguá no pudieron atinar el arco de Servín desde escasos metros, en varias ocasiones.

Era el partido, lo tenía que ganar Carapeguá para asegurar prácticamente su permanencia, pero lo ganó Tacuary, por mayor oficio y con simpleza, y emergió hasta el punto 1,000, compartiendo con el “Potro” e Independiente, y con buenas chances de salvarse.

Resalta las últimas fechas

El técnico de Tacuary, Francisco Ocampo, muy emocionado tras la goleada ante Carapeguá, resaltó los 13 puntos que ganó en las últimas cinco fechas, que le permiten ahora igualar en el puntaje del promedio a Carapeguá y a Independiente, en 1,000.