General Díaz tuvo que haberse llevado la victoria frente a Olimpia, pero les faltó hambre a las águilas para hacer suyo el partido y quedarse con los tres puntos.

El partido no tuvo dinámica y ciertamente aburrió a lo largo de su desarrollo, en un estadio inmenso para la poca cantidad de espectadores y con un clima que no hacía nada cómoda la estadía en las frías butacas del Defensores del Chaco.

El juego transcurría parejo, pero por lo bajo. Ninguno de los dos daba muestras de poder hacerse dueño de las acciones y de imponerse en el partido. Hasta que un cabezazo del lateral derecho de General Díaz, Estivel Moreira, despertó al público de su letargo y le dio el tanto de apertura a General Díaz, que difícilmente pueda volver a encontrarse con un cuadro olimpista tan aletargado y desconcentrado.

No vamos a mencionar a quien no jugó, por más que se “extrañen” ciertas ausencias en determinados equipos, como en este caso, el franjeado.

Si se va a “extrañar” a un jugador que no está en condiciones de jugar, entonces los demás no tendrían que estar en el equipo, porque se supone que en un plantel profesional, todos deben estar en condiciones de suplir a alguien que no puede jugar.

En buen momento para Olimpia, su entrenador ordenó el ingreso de un goleador como Jorge Ortega. Ni bien entró, se ubicó en el área para recibir el tiro libre de Mendieta y aplicó un cabezazo que venció a Diego Barreto.

Olimpia volvió a respirar tranquilo, pero los minutos transcurrieron sin que la emotividad subiera de tono.

El frío se acentuaba a medida que la noche avanzaba y empezábamos a darle la razón a la mayoría de la afición que optó por no asistir al estadio. Total, el negocio aquí es de la televisión.

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